Filipinas y Estados Unidos clausuraron este viernes sus ejercicios militares conjuntos de 2024 tras más de dos semanas de prácticas en las que participaron 11.000 efectivos estadounidenses y 5.000 filipinos en un contexto de creciente tensión con China.
Durante la ceremonia de clausura en el Campo Aguinaldo de Manila, el ministro de Defensa filipino, Gilberto Teodoro, anunció que los ejercicios conjuntos del próximo año incluirán “simulaciones de batallas a gran escala”, según el periódico Inquirer.
“Una simulación completa de una batalla pondrá a prueba las capacidades combinadas en el escenario más realista posible, teniendo en mente la seguridad”, afirmó Teodoro.
Estos ejercicios militares conjuntos, celebrados anualmente, se iniciaron el pasado 22 de abril y contaron por primera vez con la participación de Francia, que envió una fragata para realizar cinco días de prácticas compartidas con sus aliados.
Entre los ejercicios más destacados de la edición recién concluida figuran la simulación de una misión para retomar una isla de manos enemigas y el hundimiento de un barco, que era de fabricación china.
La reconquista de la isla tuvo lugar el lunes, cuando un pequeño contingente de marines de EEUU y Filipinas bajó de sus helicópteros en la isla de Ibayat, la más al norte del archipiélago filipino, unos 160 kilómetros al sur de Taiwán.
El BRP Lake Caliraya, un pequeño petrolero dado de baja por la armada filipina en 2020, fue el objetivo de este ejercicio.
Tras ser impactado por oleadas de misiles antinavío, cohetes, fuego de cañón y artillería terrestre cerca de Laoag, el buque se hundió lentamente. En el ataque participaron un buque de ataque rápido y una fragata de la marina, un caza y un helicóptero de la fuerza aérea filipina, así como un caza F-16 estadounidense y un avión de artillería AC-130.
El almirante Toribio Adaci, jefe de la armada filipina, aseguró que “no hay problema” con la elección de un barco fabricado en China para las prácticas, subrayando que “el buque ha sido usado en Filipinas desde hace mucho tiempo. Así que cualquier vinculación, si alguna vez hubiera, no importa en absoluto”.
Filipinas participó con unos 5.000 efectivos, mientras que EEUU. desplegó a 11.000, incluidos 3.700 marines, 1.200 soldados, 4.000 miembros de la Armada, 400 de las fuerzas aéreas y 750 de las fuerzas de operaciones especiales.
Por su parte, el Ejército australiano también participó con unos 150 efectivos.
Este despliegue de poder militar tiene lugar mientras Beijing reclama casi la totalidad del mar Meridional, a pesar de que un fallo internacional determinó que dicha afirmación carece de base legal.
China ha escalado sus esfuerzos desplegando cientos de embarcaciones de la guardia costera, la marina y otros buques para patrullar y militarizar estas aguas.
Ante las maniobras conjuntas, el portavoz del ministerio de exteriores chino advirtió el lunes que “cualquier ejercicio militar no debería estar dirigido ni perjudicar los intereses de terceros partidos”.
Además, destacó que “los países de la región pueden ver claramente quién está provocando confrontaciones militares y escalando tensiones en la región”.
La semana pasada, Manila dijo que la Guardia Costera de China dañó un barco de Filipinas y otro barco del gobierno en ataques con cañones de agua alrededor del disputado Scarborough Shoal, controlado por China, en el mar Meridional.
Los enfrentamientos entre Filipinas y China se producen cuando han aumentado las tensiones entre Beijing y Taipei, que está a punto de investir a su nuevo presidente considerado por China como un separatista peligroso.
“Hasta cierto punto, los ejercicios militares son una forma de disuasión”, dijo el secretario de Asuntos Exteriores filipino, Enrique Manalo.
“Cuanto más simulamos, menos actuamos”, añadió.
(Con información de EFE y AFP)