El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, respondió en las últimas horas a las advertencias lanzadas por el presidente estadounidense, Joe Biden, y su gabinete, sobre el fin de envíos de armamento militar de ataque si el Ejército avanza sobre Rafah.
La víspera, durante una entrevista con la cadena CNN, Biden dijo que algunas de las armas que transferidas a su aliado en Oriente Medio habían sido utilizadas para matar a civiles en Gaza. Por tal razón, reiteró nuevamente al Gabinete de Guerra su oposición a una operación militar en la ciudad sureña del enclave -ya que desencadenaría una grave crisis humanitaria- y amenazó por primera vez con dejar de enviar cierto armamento ofensivo como artillería y bombas para cazas.
No obstante, seguiría el suministro de material defensivo como el empleado en el sistema antimisiles Cúpula de Hierro.
“Israel aún no ha lanzado tal operación. (Biden) estaba hablando de lo que sucedería en el futuro si lo hiciera. Esa es una elección que Israel tiene que tomar. Estamos en contacto y ellos saben nuestra postura al respecto”, comentó más tarde el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
A continuación, el funcionario insistió en que dicha maniobra militar no sería beneficiosa para Tel Aviv sino que, por el contrario, sólo daría ventaja a Hamas en las conversaciones que se están llevando a cabo hace semanas en Egipto para conseguir la liberación de los rehenes.
“Cualquier tipo de gran operación en Rafah beneficiaría a Hamas en la mesa de negociación, no a Israel” y el alto número de víctimas civiles reforzaría los argumentos de su “retorcida narrativa”, declaró.
De todas formas, los diálogos por un nuevo pacto parecen otra vez frustrados luego de que en los últimos días el grupo palestino aceptara una propuesta de los mediadores que no cuenta con el visto bueno de Tel Aviv y se iniciara, así, una nueva ronda de negociaciones que alcanzó una pausa este jueves. Las delegaciones de ambas partes regresaron a sus respectivos países, tal como lo hizo también el director de la CIA, Will Burns, aunque Estados Unidos se mantiene optimista al respecto.
“Su vuelta no implica el fin de la actual ronda de negociaciones. Obviamente vamos a seguir en contacto con esos interlocutores, a los que no les vamos a quitar la vista de encima. Seguimos comprometidos con la esperanza de poder conseguir algo”, concluyó Kirby.
Israel, sin embargo, no tardó en responder a las recientes declaraciones de Washington y, lejos de hacer lugar a sus comentarios, reforzó su postura.
En las últimas horas, Netanyahu aseguró que continuarán con su ofensiva contra Hamas, incluso si Estados Unidos desiste de ayudarlos, en un recordatorio de la victoria conseguida en 1948, cuando se creó el Estado de Israel.
“Estamos en vísperas del Día de la Independencia. En la Guerra de Independencia, hace 76 años, éramos pocos contra muchos. No teníamos armas, había un embargo de armas a Israel, pero con la grandeza del espíritu, la valentía y la unidad entre nosotros, ganamos. Hoy somos mucho más fuertes. Estamos decididos y unidos para derrotar a nuestro enemigo y a quienes buscan nuestras almas. Si tenemos que estar solos, lo estaremos. Lucharemos con uñas y dientes (...) Venceremos juntos”, subrayó el premier en un mensaje difundido en línea.
Desde el inicio de las redadas selectivas en la zona este de Rafah, Israel ya consiguió la eliminación de cerca de 50 terroristas así como la anulación de unas 10 bocas de túneles subterráneos que son clave en las operaciones enemigas. Gracias a ello, pudo hacerse también con el control del cruce de Rafah, que conecta el enclave con Egipto y que, según denunció, era utilizado por Hamas para ingresar armas en el enclave.
En cuanto a los civiles, ya se ordenó la evacuación de unas 100.000 personas mientras que unas 150.000 han huído en un intento por quedar lejos del fuego, aunque sin un lugar seguro al que dirigirse.
(Con información de EFE)