La visita del líder chino Xi Jinping a Serbia, uno de los pocos aliados con que cuenta en Europa, el martes coincide con una fecha simbólica: el 25º aniversario del bombardeo de la embajada china en Belgrado durante la campaña aérea de la OTAN sobre Kosovo, que se saldó con tres muertos y 20 heridos. Xi espera intensificar su comercio bilateral con Serbia, país que es ya su “primer socio” en Europa central y del este y donde el mandatario es esperado en la noche para una visita oficial.
”La asociación estratégica general entre los dos países (China y Serbia) se profundiza con resultados palpables”, escribió Xi en el artículo del medio serbio. Acompañado de una nutrida delegación, según la prensa serbia de unas 400 personas, el jefe del régimen chino visita Serbia en el marco de su primera gira por Europa en cinco años, que lo llevó primero a Francia y que concluirá en Hungría.
El miércoles será recibido por su homólogo serbio, Aleksandar Vucic, con quien presenciará la firma de una treintena de acuerdos bilaterales, informan los medios locales. Serbia es ya “el primer socio del comercio libre de China en Europa Central y del Este”, afirmó en su escrito Xi, al tiempo que expresó su esperanza de que esta visita sirva para “inyectar nueva vitalidad a la amistad de acero” entre Pekín y Belgrado.
China es uno de los principales inversores en proyectos de infraestructuras viales y ferroviarias en el país balcánico, de unos 6,7 millones de habitantes.
El intercambio comercial bilateral se ha triplicado desde 2017 al totalizar los 6.095 millones de euros (6.569 millones de dólares) el año pasado, según los datos del Instituto de Estadísticas serbio.
Pese al marcado aumento, el volumen dista mucho de los cerca de 39.000 millones de euros (42.033 millones de dólares) que alcanzó el comercio con el conjunto de la Unión Europea (UE), a la que Serbia aspira a adherirse y que es de lejos su principal socio comercial.
Frente al 60 % del comercio exterior serbio que acapararon los Veintisiete en 2023, China supuso el 9 %.
En el plano político, Xi recalcó el entendimiento y la confianza existente entre su régimen y el serbio, conducido por el ultranacionalista Vucic.
En alusión al conflicto con Kosovo, recordó que Beijing apoya los esfuerzos de Serbia “por preservar su soberanía nacional e integridad territorial, oponiéndose a la injerencia de cualquier potencia en los asuntos internos serbios”.
Al igual que Belgrado, China no reconoce la independencia autoproclamada por la antigua provincia serbia de Kosovo en 2008.
Se espera que visite el lugar de la antigua embajada en la fecha del aniversario y presente sus respetos a las víctimas del bombardeo. En el lugar donde una vez estuvo ubicada la embajada se encuentra ahora un centro cultural chino.
Según se informa, el extenso complejo incluye un Instituto Confucio, talleres, exposiciones, oficinas, espacio residencial y un hotel. Se considera un símbolo de la creciente influencia de China en Serbia y en toda Europa.
Cerca del instituto, el fin de semana pasado un grupo de visitantes procedentes de China se inclinaron frente a un sencillo monumento de mármol negro y depositaron flores en honor de las víctimas del atentado de 1999. Una inscripción en el monumento, tanto en chino como en inglés, dice: “Honra a los mártires, valora la paz”.
(con información de AP y EFE)