Seiichi Sano, un japonés que desafía las expectativas y redefine lo que significa envejecer, ha recibido el récord Guinness como el “surfista más longevo del mundo”. A sus 90 años, este intrépido hombre ha demostrado que la edad es solo un número al abrazar el surf con una pasión que rivaliza con la de los más jóvenes.
“Creo que sería interesante intentar surfear hasta los 100 años. Me cuido más cuando tengo objetivos como este. Incluso ahora me cuido mejor que antes”, contó a la agencia AP.
Sano comenzó a surfear a laos 80 años, una etapa de la vida en la que muchos considerarían tomarse las actividades física con calma. Sin embargo, para él, fue el momento perfecto para aventurarse en algo completamente nuevo.
Su capacidad para manejar la tabla ha sorprendido tanto a compañeros como a instructores, quienes a menudo quedan asombrados por su habilidad natural y su enfoque en la diversión sobre la perfección. “No hay que centrarse en hacerlo bien sino en pasarla bien”, es su lema, y es este enfoque despreocupado lo que ha resonado profundamente en aquellos que lo rodean en el agua.
Y como si subirse a una table fuera poco, Sano ha añadido un elemento de espectáculo a su surf, al lograr saltos de 180 grados que muchos jóvenes surfistas no pueden igualar.
“No me considero un anciano”, dijo con su traje de neopreno y su tabla a su lado. “Nunca me he considerado una persona mayor. Siempre siento que todavía puedo seguir adelante. Todavía puedo hacerlo. Todavía puedo disfrutarlo”, agregó.
El surf, como deporte, ha experimentado un auge en popularidad, con un número creciente de personas, incluidos aquellos de más de 50 años, que se están lanzando a las olas. Sano encarna esta tendencia, demostrando que con las condiciones físicas adecuadas y un compromiso con la actividad física y la flexibilidad, no hay límites para lo que se puede lograr, independientemente de la edad.
Además de surfear, Sano Seiichi, originario de Fujisawa, Japón, continúa activamente al frente de su emprendimiento que provee madera a compañías constructoras. Trabaja de 9 a 17 horas, pero siempre se hace tiempo para buscar nuevas aventuras.
A los 80 años, por ejemplo, logró escalar el Monte Fuji, un desafío que, con sus 3.776 metros de altura, muchos considerarían la culminación de una vida de logros.
El último campeonato de surf que disputó el japonés fue en Enoshima, una conocida área de surf con olas moderadas que se ha convertido recientemente en el centro de atención para surfistas en busca de retos acuáticos más grandes. Entre ellos, se encontraba Sano, quien junto a cientos de aficionados al surf, aguardaba con expectación la llegada de oleajes más intensos el pasado jueves.
Este grupo estaba compuesto predominantemente por jóvenes, algunos de ellos incluso en etapas de educación primaria y secundaria. Este evento destaca la pasión por el surf y por la participación de Kazuto Shimizu, de 46 años, quien funge como instructor de surf de Sano y otros entusiastas del deporte.
Lejos de limitarse al surf, Sano lleva una vida activa, disfrutando de largos paseos. Este enfoque equilibrado hacia la vida, combinado con la gestión de su negocio familiar, ha mantenido su mente y cuerpo en excelentes condiciones.