El canciller alemán, Olaf Scholz, dijo el lunes que cerca del 90% de los ingresos generados por los activos congelados rusos deberían destinarse a la compra de armas para Ucrania, apoyando una propuesta de la Unión Europea de usar los pagos de intereses de los activos rusos para impulsar la defensa ucraniana.
“Es importante que también acordemos que este dinero puede utilizarse para compras de armas no sólo en la UE, sino para compras en todo el mundo”, afirmó Scholz a los medios tras una reunión con miembros de los gobiernos de los tres países bálticos en Riga.
En marzo, el jefe de la política exterior de la UE, Josep Borrell, propuso tomar el 90% de los ingresos de los activos rusos inmovilizados en Europa y transferirlos a un fondo gestionado por el bloque que financie armamento para Ucrania.
Alrededor del 70% de todos los activos rusos inmovilizados en Occidente se encuentran en el depositario central de valores Euroclear, en Bélgica, que posee el equivalente a 190.000 millones de euros (204.670 millones de dólares) en valores y efectivo del banco central ruso.
Alemania y los países bálticos están impulsando una rápida expansión de la producción armamentística en Europa, declaró Scholz, quien añadió que ya se ha incrementado la producción de municiones y sistemas de defensa antiaérea.
La primera ministra lituana, Ingrida Simonyte, declaró que la industria europea de defensa enfrenta problemas de financiación y a la incertidumbre sobre la capacidad de producción a largo plazo, pero que es optimista respecto a la proyectada fábrica de Rheinmetall en Lituania.
Más temprano, Alemania anunció que llamó a su embajador en Rusia para una semana de consultas en Berlín luego de un presunto ataque de piratas informáticos contra el partido del canciller Olaf Scholz.
La semana pasada, Alemania acusó a agentes militares rusos de piratear los niveles más altos del partido Socialdemócrata de Scholz y otros objetivos gubernamentales e industriales sensibles. Berlín se ha unido a la OTAN y a otros países europeos para advertir que el ciberespionaje de Rusia tendría consecuencias.
El Ministerio de Asuntos Exteriores en Berlín dijo el lunes que el gobierno se está tomando “en serio” el último incidente y que la ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, había decidido volver a llamar al embajador alemán, Alexander Lambsdorff. Regresaría a Moscú después de una semana, decía.
La bandera alemana colocada en el auto del vehículo del embajador germano frente a la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso (REUTERS/Maxim Shemetov)
Lambsdorff no estará de esta manera en la capital rusa cuando Putin será investido mañana en su quinto mandato tras unas elecciones que Alemania cree se llevaron a cabo sin las garantías democráticas necesarias.
El país centroeuropeo tampoco estará representado a un nivel inferior, según la portavoz adjunta del Ejecutivo, Christiane Hoffmann.
“El gobierno alemán toma muy en serio este evento como un comportamiento contra nuestra democracia liberal y las instituciones que la apoyan”, dijo la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Kathrin Deschauer.
El Gobierno alemán atribuye el ciberataque al grupo ruso ATP28.
El Gobierno alemán atribuye el ciberataque al grupo ruso ATP28. EFE/Sascha Steinbach
Baerbock dijo la semana pasada que los ciberoperadores militares rusos estaban detrás del pirateo de correos electrónicos de los socialdemócratas, el partido líder de la coalición gobernante. Las autoridades dijeron que los piratas informáticos habían explotado Microsoft Outlook.
(Con información de Reuters, AP y EFE)