El presidente francés, Emmanuel Macron, urgió este lunes a su par chino, Xi Jinping, a coordinarse sobre las “grandes crisis” como Ucrania y Oriente Medio, y a contar con “reglas justas para todos” en el comercio entre Europa y China.
“El futuro de nuestro continente dependerá también muy claramente de nuestra capacidad de seguir desarrollando relaciones con China de manera equilibrada”, dijo Macron, al inicio de una reunión con Xi en el Palacio del Elíseo.
Con este encuentro, en el que participó también la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, Xi inicia su primer viaje oficial a Europa, desde la pandemia de covid, que también le llevará a Serbia y a Hungría.
El presidente chino abogó por su parte por que China y la UE, “dos grandes potencias mundiales”, sigan siendo “socios” y mejoren su “confianza mutua estratégica” para contribuir “a la paz y al desarrollo mundiales”.
“Proteger nuestra economía y seguridad”
La UE teme quedar atrapada entre las subvencionadas economías de Estados Unidos y de China, y en los últimos meses aumentó sus investigaciones a las ayudas estatales chinas a varios sectores industriales, como los autos eléctricos, por presuntamente falsear la competencia.
Por eso, Von der Leyen dijo que la Unión Europea “no dudará en tomar decisiones firmes” para “proteger su economía y su seguridad”.
“Que China juegue limpio es bueno para todos nosotros”, dijo Von der Leyen, tras la reunión con Xi y Macron.
Von der Leyen aseguró que habían “desequilibrios que siguen siendo importantes” y “un motivo de gran preocupación”, en referencia a las ayudas chinas a los autos eléctricos y al acero, que “inundan el mercado europeo”.
La titular del ejecutivo comunitario también dijo que China no permitía a las empresas de la UE un acceso justo a su mercado y reiteró que el bloque está dispuesto “a hacer pleno uso de sus herramientas de defensa comercial”.
En referencia a las palabras de Macron sobre una relación “equilibrada” con Beijing, el ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, dijo que un acto empresarial franco-chino que “por el momento, estamos lejos de este equilibrio”, asegurando que Francia tiene un déficit comercial de 46.000 millones de euros con China.
Coordinación sobre las grandes crisis “absolutamente decisiva”
En una entrevista al semanal La Tribune Dimanche, Macron reconoce que los europeos no son “unánimes” sobre qué estrategia adoptar, ya que “algunos sectores siguen viendo a China esencialmente como un mercado” de venta de sus productos, aunque “exporte masivamente a Europa”.
Macron abogó por “proteger mejor” la “seguridad nacional”, “ser mucho más realistas en la defensa” de los intereses europeos y “obtener la reciprocidad”.
Para Beijing, estas medidas se consideran “proteccionistas” y se ven con malos ojos. Las autoridades chinas lanzaron su propia investigación contra las subvenciones estatales, en particular sobre el coñac francés, a la que se opone Macron ante la presión de la industria.
El líder chino dijo al diario francés Le Figaro que ambos países pueden “profundizar su cooperación en materia de innovación para promover el desarrollo verde”, como ya ocurre con las fábricas de baterías, y espera que París ofrezca a sus empresas “un clima de negocios justo”.
La primera jornada de visita, en la que el presidente francés reiteró el mismo mensaje que transmitió a su par chino hace un año durante su propia visita de Estado a China, concluirá con una cena de Estado en el Elíseo, sede de la presidencia.
La “coordinación” con Beijing sobre las “grandes crisis” en Ucrania y en Oriente Medio es “absolutamente decisiva”, aseguró este lunes Macron.
Xi, que desea el retorno de “la paz y la estabilidad” en Europa, dijo en Le Figaro que quiere “trabajar con Francia y toda la comunidad internacional para encontrar buenas vías de resolución de la crisis” en Ucrania.
Escapada pirenaica
Su visita coincide con el 60º aniversario de relaciones diplomáticas entre Francia y China. El martes, Macron ofrecerá una escapada más personal a Xi, acompañados de sus esposas.
El objetivo de este almuerzo en el pirenaico Col du Tourmalet, en el sur de Francia y donde pasaba sus vacaciones de niño con su abuela, es eminentemente diplomático: romper con el protocolo para establecer un diálogo más directo, en particular sobre Ucrania.
Sobre la delicada cuestión de los derechos humanos, Macron dice que prefiere discutir los “desacuerdos a puerta cerrada” y no hacer de Taiwán una prioridad, pese a que está en el centro de las fuertes tensiones entre Estados Unidos y China.
Grupos de defensa de los derechos humanos, que acusan a China de reprimir a la minoría musulmana de los uigures y de encarcelar a decenas de periodistas, urgieron al presidente francés a tratar estas cuestiones en los encuentros.
El domingo, unos 2.000 manifestantes, según la policía, desplegaron también una bandera tibetana en París, acusando a Xi de ser un “dictador” y de querer borrar la cultura local en la región del Tíbet.
(Con información de AFP)
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