La situación entre Israel y la Corte Penal Internacional (CPI) se ha vuelto cada vez más tensa, con crecientes preocupaciones de que la corte emita órdenes de arresto contra líderes militares y políticos israelíes de alto rango por presuntos crímenes de guerra cometidos en Gaza. Según informes, el primer ministro Benjamin Netanyahu podría estar entre los principales objetivos.
Esta perspectiva ha generado una fuerte reacción de las autoridades israelíes, quienes califican la posibilidad de tener a sus líderes en la lista de personas buscadas por la CPI como “un ultraje de proporciones históricas”. Netanyahu acusa abiertamente a la corte de intentar paralizar la capacidad de Israel para defenderse.
Según informó la BBC, los comentarios públicos del primer ministro sugieren que se podría estar discutiendo sobre esto. La CPI no ha confirmado las afirmaciones israelíes. No obstante, el fiscal jefe Karim Khan envió un mensaje contundente durante su visita a la región en diciembre pasado. Khan recorrió los sitios de los ataques perpetrados por el grupo terrorista Hamas en aldeas israelíes cerca de Gaza y se reunió con líderes políticos y familias de víctimas palestinas.
En ese momento, Khan condenó la violencia sufrida por civiles en ambos bandos y prometió investigar, advirtiendo: “Si no cumplen con el derecho internacional humanitario, no se quejen cuando mi oficina se vea obligada a actuar”.
La CPI ha estado investigando las acciones de Israel durante los últimos tres años, y más recientemente también las de Hamas. Tiene la potestad de acusar y juzgar a individuos por los crímenes más graves bajo el derecho internacional. Anteriormente, ha emitido órdenes de arresto contra líderes como Vladimir Putin, Muammar Gaddafi y Joseph Kony.
Si se emite una orden de arresto contra Netanyahu, sería un hecho sin precedentes, ya que ningún líder de una democracia occidental ha enfrentado tal medida por parte de la CPI. Esta posibilidad genera preocupación en Israel sobre su imagen ante en el mundo.
Consultado por la BBC, Michael Oren, ex embajador israelí en Estados Unidos, hace referencia al caso reciente presentado por Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que acusó a Israel de genocidio contra la población palestina en Gaza. Aunque Israel rechaza enérgicamente la acusación, Oren afirma que el solo hecho de que se llevaran a cabo esos procedimientos significa que “Israel había perdido la batalla” y es un golpe a su posición internacional y seguridad.
Sir Geoffrey Nice, abogado británico que lideró la acusación contra Slobodan Milosevic en el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, señala que la investigación de la CPI se centra en las acciones de ambas partes. “No solo serán las Fuerzas de Defensa Israelíes y el liderazgo político y militar, sino también Hamas”, explicó a la BBC.
Nice también cree que la CPI podría enfrentar presiones políticas para reconsiderar sus decisiones, afirmando que “los gobiernos, particularmente los grandes y poderosos, están ahí para proteger los intereses de su país”. Por lo tanto, intentarían interferir en los procesos si consideran que les causaría un daño reputacional significativo.
Estos procesos de arresto pueden tardar semanas o meses. Todo depende de los procedimientos internos de la CPI, de qué tan rápido actúen. En muchos casos los detalles de los casos son confidenciales, por lo que se dificulta al público saber sobre los tiempos y medidas que se tomarán.
Se la CPI emite una orden de arresto contra Netanyahu y alguno políticos y militares, estos podrían ver afectada su capacidad de viajar al extranjero. Las naciones que son parte del Estatuto de Roma están obligadas a entregar a las personas con órdenes de arresto pendientes, aunque algunos países han ignorado estas órdenes en años recientes.