El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, instó a la comunidad internacional a ejercer presión contra Rusia para que la central nuclear de Zaporizhzhia, ahora bajo su control, regrese a manos de Ucrania y evitar así con ello otro posible desastre como el de Chernobyl, ocurrido hace ahora casi cuatro décadas.
“La central nuclear de Chernobyl estuvo ocupada durante 35 días. Los soldados rusos saquearon los laboratorios, capturaron a los guardias y abusaron del personal, utilizándolos para lanzar nuevas hostilidades”, ha dicho Zelensky en un discurso con motivo del 38 aniversario de aquel desastre nuclear.
“La radiación no conoce fronteras y no distingue banderas nacionales. El desastre de Chernobyl mostró al mundo lo rápido que pueden aparecer amenazas mortales”, expresó Zelensky, quien ha reconocido la labor que realizaron “decenas de miles de personas” para frenar aquellas “terribles consecuencias”.
Zelensky buscó trazar un paralelismo entre aquel episodio y la actual situación en la central de Zaporizhzhia, “rehén”, ha dicho, de los “terroristas” rusos. “Es deber del mundo entero ejercer presión sobre Rusia para que sea liberada y vuelva al control total de Ucrania”, reclamó.
“Sólo así se garantizará que el mundo no experimente nuevos desastres radiológicos, exactamente la amenaza que hay cada día con presencia de los invasores rusos en la central nuclear de Zaporizhzhia”, subrayó.
Desde el 4 de marzo de 2022, apenas unos días después del inicio de la invasión de Ucrania, la central de Zaporizhzhia está bajo control de Rusia. Se trata de la planta nuclear más grande de Europa y desde el 11 de septiembre de 2022 no genera electricidad. Sus seis reactores están en modo de parada en frío.
Una misión del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) permanece en el lugar de manera permanente, desde el 4 de septiembre de 2022. Sin embargo, eso no ha sido óbice para que las instalaciones hayan sido escenario de ataques de los que rusos y ucranianos se acusan mutuamente.
Blinken habló de la guerra en Ucrania tras su reunión con Xi Jinping
La gira del secretario de Estado norteamericano Antony Blinken llegó a su punto culminante este viernes en Beijing con el encuentro cara a cara con el jefe del gobierno de China, Xi Jinping. El encuentro fue precedido por otras reuniones de alto nivel entre las que se destaca la que sostuvieron el canciller local Wang Yi y el enviado de Joe Biden.
El secretario de Estado expresó su preocupación a China sobre el apoyo a Rusia, diciendo que la invasión de Ucrania por parte de Moscú dependía del apoyo de Beijing. “Rusia tendría dificultades en Ucrania sin el apoyo de China”, indicó en una conferencia de prensa tras el encuentro con Xi.
En otro orden, pidió al gigante asiático que intensifique las acciones judiciales contra el tráfico de fentanilo y elogió las medidas recientes para controlar la venta de sustancias para elaborar este opiode que ha generado una epidemia en Estados Unidos.
“Destaqué la importancia de que la RPC adopte medidas adicionales, en particular para procesar a quienes venden químicos y equipos utilizados para fabricar fentanilo”, declaró Blinken a los periodistas, usando las siglas de la República Popular China.
También criticó los apremios chinos a Filipinas. “Dejé en claro que, si bien Estados Unidos continuará reduciendo las tensiones, nuestros compromisos de defensa con Filipinas siguen siendo férreos”, resaltó.
Por último, anunció futuros encuentros sobre inteligencia artificial (IA). “Acordamos celebrar las primeras conversaciones entre Estados Unidos y la República Popular China sobre inteligencia artificial, que se celebrarán en las próximas semanas”, informó; al tiempo que agregó: “Compartiremos nuestros respectivos puntos de vista sobre los riesgos y preocupaciones de seguridad en torno a la IA avanzada y cuál es la mejor manera de gestionarlos”.
(Con información de Europa Press, AFP y EFE)