La India se prepara para celebrar la segunda fase de las elecciones generales a la que están llamados 160 millones de votantes

Rahul Gandhi medirá su popularidad contra el poderoso primer ministro y favorito en las encuestas, Narendra Modi

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Los presidentes indios se preparan
Los presidentes indios se preparan con sus máquinas de votación electrónica (EVM) y su registro de auditoría en papel verificable por los votantes (VVPAT) en sus respectivas mesas electorales en vísperas de la segunda fase de las elecciones generales. , en Bangalore, India, 25 de abril de 2024 (Elecciones) EFE/EPA/JAGADEESH NV

La India se prepara para celebrar mañana, viernes, la segunda fase de las elecciones generales a la que están llamados 160 millones de votantes, y en donde todas las miradas están puestas en el bastión de la oposición, el sur, pues allí se sellará la suerte electoral de Rahul Gandhi, el principal rival del primer ministro Narendra Modi para un tercer mandato.

Gandhi, uno de los mayores críticos de Modi, es el líder de facto del histórico partido Congreso Nacional indio, que ha gobernado el país durante gran parte de sus 75 años de independencia.

Sin embargo, el descendiente de la dinastía Nehru-Gandhi, que ha dado tres primeros ministros a la India hasta 1989, ha tenido serias dificultades para acercarse a una victoria que le devuelva la gloria política a la histórica formación.

Gandhi compite desde Wayanad para retener el distrito electoral que lo eligió en 2019, Kerala, uno de los pocos estados indios que nunca ha elegido a ningún candidato del Partido Bharatiya Janata (BJP) de Modi.

También en la batalla por la segunda vuelta de las elecciones de siete fases está el opositor Shashi Tharoor, ex subsecretario general de las Naciones Unidas y ahora uno de los rostros más visibles del partido del Congreso.

FOTO DE ARCHIVO: Rahul Gandhi,
FOTO DE ARCHIVO: Rahul Gandhi, un alto líder del principal partido opositor del Congreso de la India, hace un gesto mientras se dirige a los medios durante el evento de publicación del manifiesto del partido antes de las elecciones generales, en Nueva Delhi, India, el 5 de abril de 2024. REUTERS/Adnan Abidi/ Foto de archivo

La una vez “chica de los sueños” de Bollywood, la actriz Hema Malini, que se presenta por tercera vez con una candidatura del BJP de Mathura, en el estado norteño de Uttar Pradesh, también se encuentra entre los más de 1.200 candidatos que prueban suerte en 88 distritos electorales parlamentarios repartidos en 13 regiones.

Otros distritos electorales importantes que votarán el viernes incluyen los de los estados de Uttar Pradesh, Madhya Pradesh central y Chhattisgarh, la mayoría de los cuales están actualmente bajo el control del BJP.

Aparte de contendientes regionales y nacionales, las dos principales alianzas en la batalla electoral son la Alianza Democrática Nacional (NDA), liderada por el BJP de Modi, y una coalición de 28 partidos llamada Alianza Nacional India para el Desarrollo Inclusivo (INDIA), liderada por el Partido del Congreso.

Según las encuestas, las proyecciones se decantan claramente a favor de Modi, que revalidaría su mandato por tercera vez consecutiva, un récord en la historia política de la India.

Por qué las elecciones duran seis semanas

Directamente proporcional al gigantesco tamaño del país es la extensión del periodo de elecciones, que se prolonga durante seis semanas y concluye recién el 4 de junio.

La respuesta a este fenómeno inusual podría hallarse rápidamente al considerar la cantidad de personas que habitan la nación: se trata del país más poblado del mundo, con 969 millones de personas habilitadas para votar. Esto supone más de una décima parte de la población mundial o cuatro veces el número de electores habilitados en la siguiente democracia más grande, Estados Unidos.

No obstante, existen otros factores que hacen a su larga duración.

En la misma línea que este primer argumento, cabe considerar que a tal cantidad de habitantes debe haber una similar cantidad de territorio, con más de un millón de millas cuadradas. Estas largas distancias también influyen en el establecimiento de los centros de votación y todo el personal que debe asistir a cada uno, en todo tipo de entornos y ecosistemas.

Imagen de carteles electorales hoy
Imagen de carteles electorales hoy en India. EFE/ David Asta Alares

Las leyes indias establecen que las personas no pueden desplazarse más de 2 kilómetros para ir desde su casa hasta un colegio electoral aunque no hace mención a las travesías que muchos deben emprender, como es el caso de quienes acuden al valle Spiti, en el Himalaya, a 4.000 metros sobre el nivel del mar.

Para garantizar esta amplia cobertura, unos 12 millones de trabajadores deben recorrer todo el país para llegar a los puntos y organizar cada evento. Por ejemplo, en 2009, un grupo de cinco personas se adentró en el bosque de Gir, en Gujarat, al oeste del país, para llegar hasta el único habitante de un remoto templo hindú.

“Es un honor, de verdad. Demuestra cómo India valora su democracia”, sostuvo el sacerdote Bharatdas Darshandas.

Asimismo, junto con estos empleados se desplazan 300.000 miembros de las fuerzas de seguridad federales cuya función no es simplemente el transporte de las máquinas de votación sino también mantener la paz y el orden dado que, en los primeros años democráticos del país, surgían muchos enfrentamientos entre partidarios rivales. No obstante, de momento no suelen presenciarse este tipo de sucesos por lo que, aunque transmita confianza a los electores, la medida ha sido objeto de críticas en el pasado.

El problema es, nuevamente, que estos cientos de miles de oficiales no pueden cubrir simultáneamente todo el país, por lo que es necesario que se realicen las votaciones en etapas, permitiéndoles el desplazamiento hasta cada zona.

Un grupo de personas acude
Un grupo de personas acude a votar en las elecciones de la India en un carro tirado por un dromedario, este viernes en la ciudad de Bikaner. EFE/ Hugo Barcia

En lo que respecta a las máquinas electorales, estas han sido una de las piezas clave en la celebración de elecciones ya que fueron diseñadas para poder atender la alta demanda diaria, que puede alcanzar las 12.000 personas por jornada. Se trata de aparatos portátiles y ligeros con una unidad de control, una unidad de votación y una pequeña impresora.

A las dificultades logísticas se suman las limitaciones propias de la cultura. Si bien la Comisión Electoral programa las elecciones evitando días festivos y religiosos, así como temporadas de cosecha, fechas académicas y condiciones meteorológicas adversas, este año habrá dos eventos que cruzarán el evento.

Uno fue el pasado 21 de abril cuando se celebró Mahavir Jayanti, uno de los festivales más importantes del jainismo, una religión de unas seis millones de personas en India. El segundo, el cumpleaños de Buda, el 23 de mayo, cuando los monjes llevan reliquias sagradas a Buda y la gente decora sus casas con flores.

Aún no está claro cuánto podrían afectar la tasa de participación que, en 2019, logró alcanzar el 67 por ciento, es decir, la más alta en la historia del país.

(Con información de EFE)

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