Unas 160 ballenas piloto, conocidas científicamente como “Globicephala melas”, quedaron varadas en una remota playa de la localidad de Dunsborough, en el suroeste de Australia, de las cuales al menos 26 muieron, según informaron este jueves fuentes oficiales.
El Servicio de Parques y Vida Salvaje del estado de Australia Occidental detalló en su página de Facebook que movilizó a su personal, junto con expertos y veterinarios, a la zona del incidente, con el fin de salvar a los cetáceos y guiarlos de vuelta al océano.
“Tenemos entendido que hay cuatro grupos de hasta 160 ballenas pilotos en total repartidos a lo largo de unos 500 metros”, indicó la organización en Facebook y precisó que 110 de ellas están muy cerca de la costa.
Las imágenes difundidas muestran a decenas de ballenas piloto amontonadas en aguas poco profundas cerca de la costa, en una zona conocida como la entrada de Toby, situada a más de 250 kilómetros al sur de la ciudad de Perth.
“La máxima prioridad en los varamientos masivos de ballenas es siempre la seguridad de las personas, seguida del bienestar de los animales”, remarcó el organismo estatal al instar a los ciudadanos de a pie que no intente ayudar sin la guía de los expertos para evitar causar lesiones o más estrés a los animales, así como obstaculizar el rescate.
A pesar de estos esfuerzos, medios locales reportaron la muerte de varias ballenas a poca distancia de la orilla, situación que llevó a las autoridades a comenzar el proceso de etiquetado de los cetáceos que no pudieron llegar a aguas más profundas.
“Por desgracia, 26 ballenas que se quedaron varadas en la playa han muerto”, agregó el Servicio de Parques y Vida Salvaje del estado de Australia Occidental
Expertos en vida silvestre señalaron que el inusual comportamiento de las ballenas podría ser un indicador de estrés o enfermedad dentro de la manada. Las ballenas piloto son animales muy sociables y a menudo mantienen relaciones estrechas con el grupo durante toda su vida.
“Las ballenas piloto son notorias por sus fuertes lazos sociales, por lo que a menudo, cuando una ballena se mete en problemas y se queda varada, el resto la sigue”, indicó en un comunicado el British Divers Marine Life Rescue.
El mayor varamiento de cetáceos conocido en Oceanía se registró en las Islas Chatham, a unos 800 kilómetros de costa sureste de Nueva Zelanda cuando unas mil ballenas piloto se quedaron varadas en ese remoto lugar en 1918.
En Australia, el peor varamiento masivo se produjo en 2020 cuando 470 ballenas piloto se quedaron varadas en una zona remota de la isla de Tasmania, de las cuales solo un centenar pudieron ser rescatadas y llevadas a alta mar; mientras que dos años más tarde murieron la mayoría de las 230 ballenas pilotos que se quedaron en ese mismo lugar.
Las ballenas piloto son grandes mamíferos marinos con cuerpos robustos y formas cónicas. Los machos adultos pueden alcanzar una longitud de hasta 7 metros, mientras que las hembras son ligeramente más pequeñas.
Son fácilmente reconocibles por su distintiva cabeza bulbosa y su aleta dorsal prominente. Además, su coloración varía entre negro azabache y gris oscuro, lo que las diferencia de otras especies de ballenas.
Se alimentan principalmente de calamares, peces y otros invertebrados marinos. Utilizan técnicas de caza cooperativa para capturar a sus presas, lo que involucra el trabajo en equipo de toda la manada. Uno de los comportamientos de caza más notables de las ballenas piloto es el “strand-feeding”, donde encallan deliberadamente en la costa para atrapar peces y luego vuelven al agua.
(Con información de EFE)