El Festival Nova o el Tribe of Nova era la fiesta electrónica que se realizaba el 7 de octubre en el sur de Israel, en la frontera con la Franja de Gaza, y que fue uno de los puntos atacados por los terroristas del grupo Hamas.
Los organizadores lo hicieron cerca del kibutz Reim, que es, como todos los otros, una colonia agrícola israelí de producción y consumo comunitario.
Ese día había 3.500 personas y Hamas realizó una masacre: fueron asesinadas 364 personas y más de 40 terminaron secuestradas.
Memorial por las víctimas
Ahora, lleno de fotos, flores y banderas israelíes, se hizo un memorial para recordar a las personas asesinadas y donde de exige la liberación de los que siguen secuestrados.
“La fiesta era en medio de la naturaleza y por eso el terreno sigue abierto”, dijo el ex portavoz de las Fuerzas de Defensa Israelíes, Gabriel Chocron, cofundador de Conexión Israel.
A este sitio asisten decenas de amigos y conocidos de los secuestrados, principalmente, jóvenes. Uno de ellos es Elya, una israelí que vive en España hace 25 años. Al país europeo llegó para escapar, precisamente, de los ataques terroristas.
“Estoy de visita en mi país y quiero ver, quiero abrazar a quien pueda. Me sentí muy lejos en este tiempo que no pude venir. Quiero estar con quien pueda, sentir más de cerca lo que sucedió y sigue sucediendo”, dice, ya que después del ataque de terror del 7 de octubre no había podido viajar a su país natal.
La eterna pelea del bien y el mal
Con lágrimas y mucho dolor concluye que lo ocurrido “es el espejo de la maldad del mundo”. Para ella, hay dos polos opuestos: el bien y el mal, y lo que pasó en el Festival Nova es el ejemplo de lo que es el mal.
“Quiero creer que todo sucede por algo. Me fortalece mi creencia de que igual el fin de lo que pasó aquí no es el fin del mundo. Espero que todos estos ángeles estén en un sitio mejor, que no puede ser otro”, apuntó.
Aclaró, de igual manera, que esto no quiere decir que no hay que combatir el terror, sino que hay que hacer todo lo posible por acabar con ese oscuro panorama lo antes posible.
El secuestro y la muerte de Shani Louk
En un trágico desenlace del asalto perpetrado por Hamas contra Israel el 7 de octubre, se confirmó el 30 de octubre la muerte de Shani Louk, una joven alemana-israelí de 23 años de edad que había desaparecido durante el ataque.
La confirmación de su deceso la hizo el ejército israelí. Ricarda Louk, madre de Shani, fue notificada mediante la identificación de una astilla de hueso de cráneo perteneciente a su hija, mediante pruebas de ADN.
“Desgraciadamente, ayer recibimos la noticia de que mi hija ya no está viva”, expresó Ricarda Louk con dolor.
Esta declaración vino acompañada de una reacción oficial por parte del Ministerio de Exteriores de Israel, que expresó: “Estamos devastados al comunicar que se confirmó la muerte de la alemana-israelí Shani Louk, de 23 años. Shani, que fue secuestrada en un festival de música, torturada y paseada por Gaza por terroristas de Hamas, experimentó horrores insondables”.
El presidente de Israel, Iaac Herzog, también se pronunció y calificó a los perpetradores como “animales bárbaros y sádicos” tras confirmarse el asesinato de Shani. “Lamento mucho informar que hemos recibido noticias de que se ha confirmado que Shani Nicole Louk ha sido asesinada y muerta. Han encontrado su cráneo”, dijo Herzog, destacando la brutalidad del acto.
La identificación de los restos de Shani se logró tras el reconocimiento inicial que hizo su madre, quien, tras ver unos vídeos que circulaban por Internet, reconocía a su hija por sus llamativos tatuajes y su pelo teñido.
Esta pista inicial llevó a una búsqueda que terminó con la confirmación de su muerte, un hecho que sacudió a la comunidad internacional y resaltó la crueldad con la que actuó Hamas.