El régimen de Corea del Norte confirmó la realización de pruebas con una nueva ojiva de gran tamaño para su misil de crucero estratégico, así como la evaluación de un inédito sistema de misiles antiaéreos, marcando la más reciente serie de ensayos militares bajo la dirección del dictador Kim Jong-un.
El test de potencia de la ojiva diseñada para el misil estratégico Hwasal-1 Ra-3 fue efectuado por parte de la Administración de Misiles de Corea del Norte mientras que el nuevo proyectil antiaéreo Pyoljji-1-2 fue testado el mismo día en el Mar Amarillo, según informó la agencia de propaganda norcoreana KCNA en un comunicado
Ambas pruebas forman parte de “las actividades regulares de la administración y de sus instituciones científicas de defensa afiliadas”, señaló el citado medio.
El nuevo modelo de misil antiaéreo es el primero que Corea del Norte bautiza como ‘Pyoljji’, que significa ‘meteoro’ en coreano.
Pyongyang, que también difundió imágenes del lanzamiento del misil, anunció el pasado 3 de febrero otro test similar, en el que dijo haber llevado a cabo una prueba de potencia con una ojiva de gran tamaño para misil de crucero, además de un nuevo tipo de misil antiaéreo el día previo.
Aunque está sometida a sanciones internacionales desde su segunda prueba nuclear en 2009, el régimen norcoreano ha continuado su programa de desarrollo armamentístico y nuclear.
Los misiles de crucero, junto con una vasta colección de misiles balísticos, incluidos los misiles balísticos intercontinentales, forman parte del creciente arsenal de Corea del Norte diseñado para sobrepasar las defensas de misiles regionales.
Los analistas señalan que la tecnología de misiles antiaéreos es un área en la que Corea del Norte podría beneficiarse de su creciente cooperación militar con Rusia, dado que ambos países enfrentan confrontaciones intensificadas con Estados Unidos.
En los últimos meses el régimen de Cora del Norte acentuó su retórica agresiva contra Corea del Sur, a la que declaró su “principal enemigo” y amenazó con una guerra si se producía la más mínima vulneración de su territorio.
En respuesta a estos acontecimientos, Estados Unidos, Corea del Sur y Japón han intensificado su cooperación militar y estrategias de disuasión, ampliando los ejercicios conjuntos y reforzando sus capacidades defensivas ante la creciente amenaza.
Pyongyang sostiene que sus recientes pruebas son parte de sus actividades militares regulares y niega cualquier vinculación con las actuales tensiones regionales.
A pesar de ello, estas demostraciones de capacidad militar son percibidas como provocaciones por la comunidad internacional, que permanece en alerta ante los desarrollos de Kim Jong-un.
El Ejército surcoreano señaló este sábado que había detectado varias rondas de misiles de crucero y de proyectiles antiaéreos lanzados hacia el Mar Amarillo en torno a las 3:30 hora local del viernes (6:00 GMT), cuyos detalles se encuentra analizando.
”Nuestro Ejército se encuentra vigilando con atención las señales de actividades militares y provocaciones norcoreanas, mientras mantiene una robusta posición combinada de defensa”, señaló en un comunicado el Estado Mayor Conjunto.
Seúl endureció su postura hacia Pyongyang desde la llegada al poder en 2022 del presidente Yoon Suk Yeol, quien multiplicó las maniobras militares con Estados Unidos y Japón.
(Con información de EFE, AFP y The Associated Press)