La policía polaca detuvo a tres ciudadanos polacos por ataques a disidentes rusos críticos de Vladimir Putin ocurridos en Argentina y Lituania, en parte como resultado de los hallazgos de la justicia argentina y una investigación del medio ruso The Insider.
Los arrestos fueron realizados a principios de abril, pero se formalizaron este viernes. La sospecha de las autoridades polacas es que los hombres fueron contratados por los servicios de inteligencia rusos para llevar a cabo ataques intimidatorios contra Maxim Mironov, economista, activista y bloguero ruso, en Buenos Aires y Leonid Volkov, opositor ruso exiliado y colaborador más destacado del disidente fallecido Alexei Navalny, en Vilna.
Ataque en Buenos Aires
Uno de los detenidos en Polonia intimidó y atacó a Maxim Mironov y su esposa, Alexandra Petrachkova, frente a su casa de Buenos Aires el 31 de agosto y el 1 de septiembre de 2023, según las autoridades polacas.
El suceso se produjo la tarde del 31 de agosto de 2023, cuando un desconocido con fuerte acento llamó al timbre de la puerta de Mironov, que reside con su familia en Buenos Aires. Hablando por el interfono, la persona dijo: “¿Profesor Maxim Mironov? Tengo un mensaje para usted. Manténgase alejado de Rusia y de la política rusa”. Mironov bajó corriendo a ver al inesperado visitante, pero la persona ya se había marchado.
A la mañana siguiente, la esposa de Mironov, Alexandra Petrachkova, regresaba a casa con su hijo de 10 meses. Un desconocido apareció de repente de la nada y le golpeó la cara, gritándole: “¡Mantente alejada de Rusia!”. Alexandra gritó y el agresor huyó.
Mironov, economista experto en el análisis de flujos aduaneros, cree que la agresión está relacionada con sus actividades profesionales: en su día fue coautor de la plataforma económica de Alexei Navalny, y más recientemente, ha estado investigando e informando sobre cómo las autoridades rusas eluden las sanciones. También critica abiertamente al presidente ruso en las redes sociales. Su cuenta de Twitter, con millones de visualizaciones diarias, es una de las más influyentes de su país. Su esposa, Alexandra Petrachkova, fue en su día coorganizadora de concentraciones anti-Putin en Rusia.
Tanto Mironov como Petrachkova dijeron a Infobae que era la primera vez que recibían intimidaciones desde que se radicaron en Argentina en 2008.
En efecto, el ataque fue el primero de este tipo registrado en el país suramericano contra disidentes rusos. La pareja cree que el ataque pretendía ser una advertencia y que los servicios rusos realizaron la operación en Argentina porque sería un país relativamente “nuevo” para sus operaciones y quisieron “hacer una prueba” en este país. Están convencidos de que solamente el revuelo causado por la noticia de la agresión, publicada antes en Infobae y posteriormente en otros medios argentinos, evitó un desenlace peor.
Los movimientos del sospechoso en Buenos Aires
La investigación polaca siguió a la realizada por la Justicia argentina, a cargo del fiscal Maximiliano Vence, de la Fiscalía Penal N°08 de la ciudad de Buenos Aires. En un decreto al que tuvo acceso Infobae, la fiscalía dispuso el paradero del acusado, que cuando fue identificado ya no se encontraba en el país.
La policía argentina a la que Mironov denunció el incidente actuó con decisión, y pronto las cámaras de vigilancia identificaron el rostro del agresor: un hombre blanco, de unos 185 cm de estatura, con gafas y chándal Adidas.
La fiscalía argentina lo identificó como Grzegortz Piotr Daskowski, de nacionalidad polaca. La policía mostró su foto a Mironov, pero éste no pudo reconocer al hombre.
De acuerdo a la investigación, en la que intervino la División Antiterrorismo de Policía de la Ciudad de Buenos Aires, el hombre fue visto merodeando frente a la casa de Mironov y su esposa en los días que ocurrieron los ataques.
Las cámaras de seguridad lo captaron acercándose al edificio de Mironov y siguiendo a Petrachkova, mientras la grababa con su teléfono móvil. El mismo hombre también fue grabado por una cámara de seguridad acercándose a su apartamento el día anterior, en el momento en que Mironov recibió el mensaje del interfono.
Gracias al testimonio de un taxista, al que el sospechoso se subió tras el ataque a la esposa de Mironov el 1 de septiembre, se supo que el hombre dijo ser oriundo de un pueblo aledaño a la ciudad de Varsovia y que al día siguiente -el 2 de septiembre- se volvería a París en un vuelo de Air France.
Durante su estadía en Buenos Aires Daskowski se alojó en un hotel desde el 30 de agosto del 2023 hasta el sábado 02 de septiembre 2023, según confirmaron los empleados del establecimiento a los investigadores. Dejó el país el 5 de septiembre de 2023 a través del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, según los registros de la Dirección Nacional de Migraciones citados por la fiscalía y vistos por Infobae.
Según la Policía de Seguridad Aeroportuaria, Daskowski viajó solo.
Sin embargo, las autoridades argentina no estaban seguros de si el hombre era realmente polaco o había llegado con un pasaporte falsificado. Cuando la policía identificó al sospechoso, éste ya había abandonado el país.
Organizador de actividades de recogida de ayuda para Ucrania
Gracias a la foto de una cámara de seguridad y a las herramientas de búsqueda inversa, The Insider también identificó al sospechoso como Grzegorz Daszkowski, ciudadano polaco de 38 años y natural de Bydgoszcz.
La investigación realizada por los periodistas Christo Grozev y Roman Dobrokhotov permitió aportar más datos sobre el sospechoso, quien según la información pública disponible es padre de familia y entrenador de fútbol juvenil. Dirige lo que parece ser una empresa unipersonal que organiza diversos eventos deportivos y retiros corporativos.
La búsqueda inversa de rostros de The Insider también encontró a Daszkowski en fotos en las que aparecía, poco después del inicio de la invasión a gran escala en Ucrania, como organizador de actividades de recogida de ayuda para Ucrania; incluso hablando con una emisora de radio nacional polaca sobre el asunto y describiendo planes inminentes para llevar a Ucrania los frutos de las donaciones recaudadas. Sin embargo, los datos de los pasos fronterizos de Ucrania consultados por The Insider muestran que nunca entró en Ucrania.
La fiscalía argentina y The Insider compartieron sus hallazgos sobre Daszkowski a la policía polaca, que abrió una investigación penal sobre él y sus presuntos contratantes. Tras un breve periodo de vigilancia, las fuerzas del orden confirmaron su implicación en el ataque, lo que dio lugar a su detención a principios de abril.
Vínculos con el ataque contra Leonid Volkov en Vilna
Mientras vigilaban las redes de comunicación de Daszkowski, los investigadores polacos se toparon con un hallazgo inesperado, según The Insider.
A través del hombre que supuestamente los contrató, Daszkowski tenía vínculos con otros dos criminales polacos que casualmente viajaron a Lituania en la misma época en que Leonid Volkov, ex presidente de la Fundación Anticorrupción de Alexei Navalny, fue asaltado cuando salía de su coche en su casa de campo de Vilna. El asaltante lo roció con gas lacrimógeno, lo golpeó varias veces con un martillo, causándole graves heridas en la cara y las piernas que requirieron hospitalización.
La inteligencia lituana declaró entonces que sospechaba de la implicación de los servicios especiales rusos.
El ataque se produjo casi un mes después de la muerte de Navalny en una prisión del Ártico, de la que Volkov culpó al presidente ruso Vladimir Putin, y días antes de las elecciones que prolongaron la permanencia del jefe del Kremlin en el poder.
Ahora, gracias a la colaboración entre las autoridades polacas y lituanas, los implicados en la agresión de Volkov fueron detenidos, según informó este viernes el presidente lituano Gitanas Nauseda. Nauseda no facilitó la identidad de los presuntos agresores, pero dijo que serían expulsados a Lituania. Las autoridades lituanas y polacas se negaron a decir si habían descubierto pruebas que atribuyeran el ataque a los servicios especiales rusos. Tampoco se refirieron a la detención del atacante de Mironov y su esposa, confirmada por The Insider.
Volkov celebró las detenciones en una declaración en la red social Telegram.
“Todavía no conozco los detalles, pero puedo decir que he visto la energía y la perseverancia con la que la policía lituana ha trabajado en este asunto y estoy muy contento de que este trabajo haya dado sus frutos”, comentó el hombre de 43 años. “Pronto conoceremos los detalles y estoy deseando conocerlos”.
El anuncio se produjo un día después de que fiscales polacos y ucranianos dijeran que habían detenido en Polonia a un hombre sospechoso de planear un atentado contra el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky.
Mismo modus operandi
Según The Insider, los ataques contra Volkov y Mironov no sólo implican al mismo grupo de delincuentes, sino que también comparten otros rasgos notables: los atacantes llegaron al país justo antes de los incidentes, lo que sugiere un reconocimiento previo de la residencia y los movimientos de la víctima. La hipótesis es que los servicios de inteligencia rusos llevaron a cabo la vigilancia, mientras que los delincuentes polacos fueron reclutados únicamente para ejecutar los ataques.
Se trataría de un modus operandi de los servicios de inteligencia rusos que se volvió cada vez más frecuente en los últimos años. Un ejemplo, recuerda el medio de investigación, es la detención de seis búlgaros contratados por Jan Marsalek, reclutados por los servicios de inteligencia rusos, para la vigilancia, el robo de dispositivos electrónicos y la posible planificación de secuestros o asesinatos de opositores a Putin en varias naciones europeas.