Israel responderá el ataque de Irán, pero evalúa el tiempo y la mejor forma de hacerlo

El gobierno de Benjamin Netanyahu esperaría hasta después del Pésaj para contraatacar. También medirá cómo lo hará. Fue luego de la presión diplomática de los Estados Unidos

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El primer ministro de Israel,
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, convocó al Gabinete de Guerra con carácter de urgencia en la madrugada de este domingo en respuesta al ataque con drones y misiles iniciados por Irán contra su territorio. Israel pospuso dos veces su respuesta al régimen teocrático de Irán (EFE)

Israel responderá el ataque de 300 drones y misiles que el régimen iraní lanzó el sábado contra su territorio, pero la operación militar no sería inminente. Tampoco está claro qué tipo de represalia tomará Jersusalem, aunque por estas horas se especula que será más moderada de lo que se creía al principio. La idea del gobierno y de sus aliados es no escalar aún más la crisis desatada en Medio Oriente a partir de la masacre terrorista de Hamas ocurrida el 7 de octubre pasado.

Diferentes fuentes consultadas por Infobae indicaron que era probable que el gobierno de Benjamin Netanyahu esperara el final del Pésaj -las Pascuas judías, una de las celebraciones más importantes del calendario- para accionar el plan militar contra Irán. Esas fiestas, que rememoran la liberación del pueblo hebreo de Egipto, comienzan el lunes 22 y terminan el martes 30 de abril.

Un analista israelí consultado sobre cuál creía que podría ser la respuesta israelí explicó, sin descartar un ataque total: “Es difícil de saber. Por el momento se retrasa después de Pésaj. Esa represalia tendrá en cuenta la presión de los Estados Unidos. Así que podría ser más suave de lo necesaria, tal vez no cinética”. El experto, cuya identidad permanece en resguardo, se refería a que el operativo podría no ser convencional. Israel sopesa alternativas a un bombardeo, aunque no está desechado.

¿Un ciber ataque? ¿Una operación del Mossad? Son alternativas que permanecen sobre la mesa. “Son algunas de las opciones para minimizar las represalias y no estampar una firma”. Los hutíes -financiados por la teocracia del Ayatollah Ali Khamenei- ya sienten la presencia de los servicios de inteligencia israelíes en su territorio. Los rebeldes se quejan y aseguran que los espías ya están en el sur de Yemen para ayudar a sus opositores. “Esto, sin saber si es verdad o no, demuestra la presión psicológica a la que están sometidos los diferentes jugadores”.

La opción de un ciberataque tendría consecuencias sociales que alimentarían el malestar interno en Irán. En diciembre pasado, el 70 por ciento de las gasolineras iraníes dejaron de funcionar. Teherán culpó a Estados Unidos y a Israel por la disrupción. Pero nunca se comprobó quién estaba atrás de esos desperfectos técnicos. Los golpes digitales podrían multiplicarse esta vez: no sólo las gasolineras, sino también plantas de energía, agua, transporte, internet.

La llamada de Biden

Joe Biden llamó a Netanyahu cuando creyó que era el tiempo propicio para hacerlo. Lo disuadió de replicar el ataque iraní de forma directa e inmediata. Este miércoles, el canal público Kan ofreció una versión semi oficial de lo ocurrido. “La respuesta ya no será la prevista; han vencido las sensibilidades diplomáticas”, declaró a la cadena de noticias una fuente gubernamental de alto nivel. “Habrá una respuesta, pero parece que será distinta de la prevista”.

El lunes el gabinete de guerra israelí tenía previsto otros planes: atacar de forma directa suelo iraní en respuesta a la lluvia de drones y misiles que logró contener con la ayuda de Estados Unidos, el Reino Unido, Jordania y Arabia Saudita. Lo reveló el sitio de noticias Axios que citó fuentes que dijeron que un bombardeo a Irán hubiera desencadenado otro ataque del régimen chiíta. Todavía no se informó qué fue lo que detuvo ese operativo, el segundo en 48 horas.

Ante la inminencia de un ataque, la Guardia Revolucionaria Islámica amenazó con la carta nuclear. De acuerdo a la agencia oficial Tasnim, Irán podría “revisar su doctrina nuclear”. Lo dijo Ahmad Haghtalab, uno de los máximos comandantes de esa fuerza, considerada un grupo terrorista por varios países. “Es totalmente posible una revisión de nuestra doctrina y política nucleares, así como de las consideraciones previamente comunicadas”, avisó el militar. Teherán afirma desde siempre que su programa nuclear tiene fines civiles, aunque existen serios reparos sobre esa proclama.

De suceder un enfrentamiento total con Teherán, Israel tendría tres frentes abiertos: al sur en Gaza contra Hamas, al norte en Líbano contra Hezbollah, sumado a los bombardeos provenientes de Irán. Demasiadas y costosas luchas simultáneas, algo que quizás los enemigos de Jerusalem esperan que ocurra.

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