El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, insistió este miércoles en que será él quien decida cómo responder al ataque de Irán del fin de semana, desestimando así los intentos disuasorios de los aliados, que temen una escalada regional de los conflictos que empeore severamente la situación.
“Agradezco a nuestros amigos su apoyo en la defensa de Israel y todos sus consejos pero quiero ser claro: tomaremos nuestras decisiones nosotros mismos”, comentó Netanyahu resaltando su derecho a la autodefensa y su independencia a la hora de definir cómo aplicarlo.
Las palabras del mandatario se produjeron tras un encuentro con el ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Cameron, y su homóloga alemana, Annalena Baerbock, quienes se desplazaron hasta Jerusalén para conversar en persona sobre la estrategia del país para el futuro próximo y pedirle prudencia.
Inclusive, poco antes de aterrizar, el propio Cameron había declarado a la BBC que “Israel es un país soberano, independiente y puede tomar estas decisiones (en referencia a una respuesta militar). Esperamos que, al hacerlo, lo hagan de una manera que sea inteligente y también dura, pero que también haga lo menos posible para intensificar este conflicto”.
Por su parte, el primer ministro Rishi Sunak mantuvo una conversación telefónica con Netanyahu en la que reiteró el “firme apoyo” de Downing Street al tiempo que subrayó que “una escalada importante no va en interés de nadie y sólo profundiza la inseguridad en Oriente Medio”.
Desde Estados Unidos, Joe Biden también sigue con atención los planes de Netanyahu y advirtió la víspera que una escalada en Medio Oriente depende principalmente del curso de acción tomado por Israel y la respuesta del régimen persa.
“Sin entrar en hipótesis, mucho dependerá de lo que suceda exactamente y de cómo podría responder Irán. En lo referente a una posible respuesta israelí, se trata de una decisión soberana que debe tomar Israel”, señaló el portavoz del Pentágono, Pat Ryder.
No obstante estos intentos, Tel Aviv sigue enfocado en sus alternativas de contraataque, que permitan hacer justicia no sólo contra el frustrado ataque del domingo, con más de 300 drones y misiles, sino también con las ofensivas que desde hace meses Teherán impulsa por medio de milicias terroristas en la región.
“Sus huellas ensangrentadas están por todas partes pero no les permitiremos avanzar. Incluso aquí, en Cisjordania, Irán intenta incitar al terrorismo transfiriendo armas y fondos y dirigiendo ataques para dañar a los ciudadanos de Israel”, comentó al respecto el ministro de Defensa, Yoav Gallant, durante una visita a un asentamiento en la zona en el que el sábado el Ejército encontró sin vida el cuerpo de un niño judío.
A la par, la situación en el norte de Israel continúa tensa, con más intercambios de fuego con la milicia chií libanesa Hezbollah. Este miércoles, 14 soldados de las Fuerzas de Defensa resultaron heridos tras una ofensiva contra un centro comunitario, que alcanzó también a cuatro civiles.
“En las últimas horas, se identificaron varios lanzamientos de misiles antitanque y vehículos aéreos no tripulados y, como resultado del ataque, seis soldados resultaron gravemente heridos, dos moderadamente heridos y otros seis levemente heridos”, indicaron en un comunicado mientras el grupo terrorista publicó una nota propia señalando que se trató de un “centro militar de reconocimiento” y que la maniobra fue en respuesta a dos bombardeos previos de Israel sobre el sur del país, en el que murieron un comandante de brigada y otro cargo de una brigada de proyectiles.
(Con información de EFE)