El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la agencia nuclear de la ONU, confirmó este jueves haber sido informado de un nuevo ataque con dron a la central nuclear ucraniana de Zaporizhzhia (ZNPP). Esta es la mayor de Europa, y si bien no causó daño en las instalaciones, ha vuelto a dejar en manifiesto el elevado riesgo de un accidente atómico.
En un comunicado, la OIEA precisó que, de confirmarse el “intento de ataque” al centro de formación de la ZNNP, se trataría de un incidente “extremadamente preocupante”. Dos incidentes de este tipo ya ocurrieron la semana pasada, colocando a este como el tercer ataque contra el centro de formación del que se tiene noticia recientemente, recordó en la nota el argentino Rafael Grossi, director general del OIEA.
Además aclaró que “la ZNPP comunicó al equipo del OIEA destacado en el lugar que el dron había sido ‘neutralizado’, sin dar más detalles”, y que al mismo tiempo, a las 10.35 de la mañana de hoy jueves, los expertos del organismo escucharon una explosión.
Grossi aclaró que los expertos del OIEA tuvieron la intención de evaluar el incidente, pero en el intento se les negó el acceso al centro atacado, que se encuentra situado fuera del perímetro de la planta nuclear, alegando posibles riesgos de seguridad.
”El incidente se produce menos de dos semanas después de que una serie de ataques con drones aumentaran significativamente la preocupación por la ya precaria situación de la seguridad nuclear en la mayor central nuclear de Europa, situada en la primera línea del conflicto”, subrayó el director.
Y además insistió, ”Quienquiera que esté detrás de estos incidentes, parece estar ignorando los repetidos llamamientos de la comunidad internacional a la máxima moderación militar para evitar la amenaza muy real de un grave accidente nuclear, que podría tener importantes consecuencias para la salud y el medio ambiente y no beneficiaría absolutamente a nadie”.
La central nuclear ucraniana de Zaporizhzhia está ocupada por Rusia desde marzo de 2022. Con el objetivo de mejorar la seguridad general de la planta, sus seis reactores están en parada fría. Aun cuando esta medida reduce los riesgos de accidentes, Grossi ha advertido en reiteradas ocasiones sobre la fragilidad de la situación, dado que la planta sigue afrontando riesgos en medio de los múltiples combates entre las tropas rusas y el ejército ucraniano.
Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de los ataques que ha sufrido la planta este mes de abril, los primeros directos desde noviembre de 2022, que han llegado a afectar a uno de los seis reactores. El OIEA lleva varios meses insistiendo en que se cree una zona de seguridad alrededor de Zaporizhzhia, libre de combates, para evitar posibles y catastróficos accidentes.
Grossi alertó el lunes pasado al Consejo de Seguridad de la ONU de que la central de Zaporizhzhia se acerca “peligrosamente” a un accidente que, de producirse, tendría “enormes consecuencias radiactivas”.
Se sumaron a la condena contra Rusia por sus ataques sobre la planta la Unión Europea y Estados Unidos. “Estos riesgos son consecuencia directa de la toma ilegal por parte de Rusia de la central nuclear ucraniana de Zaporizhzhia, en flagrante violación de la Carta de las Naciones Unidas”, denunció Carl Hallergard, el embajador del bloque europeo ante organismos internacionales.
Por su parte, Washington también acusó a Vladimir Putin, su “invasión a gran escala sobre Ucrania” y “su toma por la fuerza de la planta” de ser los responsables de la inestabilidad nuclear en la zona. De producirse un accidente, sería “consecuencia directa de la decisión del presidente Putin de seguir librando su guerra ilegal, injustificable y no provocada contra Ucrania”, insistió su embajadora, Laura Holgate.
(Con Información de EFE)