Los primeros ministros de Bélgica y República Checa, Alexander de Croo y Petr Fiala, pidieron este miércoles a la UE impulsar un nuevo régimen de sanciones que permita contrarrestar las “actividades malignas de Rusia”, después de que ambos países hayan destapado una trama de injerencias rusas en políticos comunitarios, incluyendo a eurodiputados.
La carta, dirigida al resto de jefes de Estado y de Gobierno de la UE y a los líderes de las instituciones comunitarias, sugiere que es el “momento correcto” para crear este nuevo régimen de sanciones y advierte de que no se puede permitir a Rusia que “se salga con la suya con un ataque tal” a las instituciones y principios democráticos europeos.
Una investigación de los servicios de inteligencia belga muestra como una red de interferencia prorrusa se acercó y también pagó a políticos de diferentes países europeos y a eurodiputados para promover propaganda afín al Kremlin.
Bélgica considera que el objetivo de Moscú era ayudar a que más candidatos prorrusos salgan elegidos en las elecciones al Parlamento Europeo el próximo mes de junio para reforzar la narrativa prorrusa en la institución.
“Los servicios de inteligencia belgas han confirmado la existencia de redes de interferencia prorrusas con actividades en varios países europeos y también aquí en Bélgica”, afirmó De Croo, cuyo país ostenta actualmente la presidencia rotatoria de la Unión Europea.
“Debemos armarnos contra ello, tanto a nivel nacional como a nivel europeo”, inciden De Croo y Fiala, que apuntan en la carta a que la República Checa ya ha incluido en su régimen nacional de sanciones por socavar la integridad de Ucrania a varios individuos y una entidad involucrados en esta trama.
“Según nuestro servicio de inteligencia, los objetivos de Moscú son muy claros. El objetivo es ayudar a elegir más candidatos prorrusos al Parlamento Europeo y reforzar una cierta narrativa prorrusa en esa institución”, dijo a los periodistas.
Ambos países pondrán sobre la mesa este tema en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que se celebra este miércoles y jueves en Bruselas, centrada principalmente en la situación internacional y en la competitividad europea.
La Fiscalía federal de Bélgica ya ha abierto una investigación sobre las injerencias de Rusia en políticos europeos, incluyendo estos pagos a diputados del Parlamento Europeo, aunque de momento el número de políticos a los que se está investigando, sus nacionalidades, nombre o partido son información clasificada.
Medios checos -donde se inició la primera investigación y supuestamente se produjeron los pagos- apuntan a personas de Alemania, Francia, Polonia, Bélgica, Países Bajos y Hungría.
“Es la última cumbre antes de las elecciones europeas (...) y no podemos ser inocentes frente a lo que vemos que está sucediendo: los servicios de seguridad de República Checa, Alemania o Bélgica están destapando tentativas de influir en algunos de nuestros diputados. La pregunta hoy tiene que ser si estamos bien equipados para luchar contra este tipo de guerra híbrida que no enfrentábamos hace diez años”, dijo De Croo a su llegada a la cumbre.
De Croo y Fiala insistieron también en que la UE debe examinar si las competencias de la Fiscalía Europea contra el Fraude (EPPO) y la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) son suficientes para abordar estos casos, especialmente de cara a las elecciones al Parlamento Europeo de dentro de menos de dos meses.
(Con información de EFE)