Israel publicó este sábado una serie de lineamientos de prevención ante las amenazas del ataque de Irán, entre las que se encuentran el cese de todas las actividades educativas, el límite de 1.000 personas en reuniones públicas y mayores restricciones a las manifestaciones. Más tarde, tras confirmarse el lanzamiento de “decenas de aviones aéreos no tripulados” por parte de Teherán contra su territorio, se sumó el cierre del espacio aéreo desde las 00:30 horas del domingo, sin proporcionar mayores detalles.
El portavoz de las Fuerzas de Defensa Daniel Hagari confirmó la noticia y precisó que la medida se extenderá desde las 23:00 horas de este sábado hasta el lunes, “a la luz de la situación de seguridad”.
A la par, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, informó que se había ordenado un incremento en la capacidad de defensa y ataque de sus tropas para responder a cualquier escenario que pudiera surgir, ya sea de “Irán o de sus representantes”, como las milicias terroristas Hamas, Hezbollah, Yihad Islámica o Hutíes, entre otros.
“En los últimos días hemos fortalecido nuestro conjunto defensivo y ofensivo y estamos decididos a tomar todas las medidas necesarias para defender a los ciudadanos”, tanto “por tierra, aire y mar”, en coordinación con Estados Unidos y otros socios, aseguró en un comunicado. “Decenas de aviones ya están en alerta en el cielo... Sabremos cómo responder”, insistió.
Por su parte, la víspera la Casa Blanca dijo que estaba reforzando su presencia en Oriente Medio para brindar una mejor asistencia a Israel y para proteger a sus oficiales en la región. “Estamos desplegando activos adicionales para reforzar los esfuerzos regionales de disuasión y aumentar la protección de las fuerzas estadounidenses”, comentó un funcionario.
También, en las últimas horas, The Wall Street Journal aseguró que Washington había colocado dos buques de guerra en posición -uno de ellos con el sistema de defensa antimisiles Aegis-, listos para proteger al Estado judío. Uno de los destructores ya estaba en la región mientras que el segundo fue redirigido a estas aguas, sumó el medio.
Las acciones se produjeron también en medio de las crecientes tensiones entre los aliados occidentales y Teherán, que prometió una fuerte venganza contra Israel tras el bombardeo a su consulado en Damasco, en el que murieron siete oficiales de la Guardia Revolucionaria. Inclusive, fuentes de Inteligencia declararon que el régimen persa podría perpetrar sus atentados en suelo israelí tan pronto como este fin de semana, que acabó por confirmarse a última hora del sábado.
A la par, Irán incautó el carguero de bandera portuguesa Aries, vinculado a la compañía del multimillonario israelí Eyal Ofer, cuando navegaba en el golfo de Omán y secuestró a sus cerca de 20 tripulantes y múltiples contenedores.
“La marina de la Guardia Revolucionaria se apoderó de un carguero asociado con el régimen sionista. Este barco se dirige ahora a aguas territoriales de nuestro país”, indicó la agencia Tasnim, vinculada con el cuerpo militar de élite.
Esta escalada llevó al presidente Joe Biden a advertir a su homólogo iraní que no siga adelante con sus planes y hasta a suspender sus planes de fin de semana en Delaware para regresar a Washington y “consultar con su equipo de seguridad nacional sobre los acontecimientos en Medio Oriente y abordar las amenazas regionales urgentes”.
Una escalada de este estilo, que sume en primera persona a Irán en el conflicto, “no beneficiaría a nadie en la región”, sostuvo el secretario de Estado Antony Blinken.
(Con información de AFP, EFE y Europa Press)