Taiwán celebró este viernes el comunicado conjunto suscrito por Estados Unidos, Japón y Filipinas tras la cumbre trilateral celebrada en Washington, destacando que es la primera ocasión en que los líderes de los tres países expresan su “postura firme” a favor de la paz y la estabilidad en el estrecho.
Al término de la cumbre, la Casa Blanca difundió un comunicado en que el presidente estadounidense, Joe Biden, su homólogo filipino, Ferdinand Marcos Jr., y el primer ministro nipón, Fumio Kishida, condenaron la conducta “agresiva” y “peligrosa” del régimen de China en el mar Meridional, donde Beijing mantiene disputas territoriales con varias naciones, incluida Filipinas.
“Cualquier ataque contra aviones, buques o fuerzas armadas filipinas en el Mar de China Meridional” desencadenaría la aplicación del “tratado de defensa mutua”, dijo Biden.
“El compromiso de Estados Unidos con la seguridad de Japón y Filipinas es inquebrantable”, afirmó el mandatario demócrata de 81 años.
El mandatario estadounidense fijó como objetivo una zona Asia-Pacífico “libre, abierta, próspera y segura”, una expresión usada por Washington para contraponer lo que considera planes peligrosos y agresivos de China en la zona.
En el texto, los líderes también reafirmaron la importancia de preservar la “paz” y la “estabilidad” en el estrecho de la isla de Taiwán, territorio gobernado de forma autónoma desde 1949 y considerado por China como una provincia rebelde.
En un comunicado publicado este viernes, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán suscribió las tesis de la declaración conjunta, al señalar que la “intimidación militar” y la “coerción en zona gris” por parte de China “suponen un serio desafío para la seguridad regional y el orden internacional basado en reglas”.
Para el Gobierno taiwanés, la conferencia de prensa del martes entre el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y su homólogo británico, David Cameron, así como la reunión bilateral entre Biden y Kishida y la posterior cumbre trilateral con Filipinas vienen a demostrar que la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán “cuenta con un alto grado de consenso internacional”.
“Como miembro responsable de la comunidad internacional, Taiwán seguirá trabajando con Estados Unidos, Reino Unido, Japón y Filipinas, así como con todos los socios de ideas afines, para promover la paz, la estabilidad y la prosperidad regionales”, sentenció la Cancillería taiwanesa.
La cumbre entre Estados Unidos, Japón y Filipinas sirvió para formalizar una alianza entre las tres partes, con anuncios para una mayor cooperación en tecnología, infraestructuras y seguridad marítima, ante la creciente hegemonía de China en el Indopacífico.
Desde su llegada a la Casa Blanca en 2021, Biden se ha dedicado a tejer alianzas en Asia, lo que llevó a la creación del pacto militar Aukus (acrónimo de Australia, Reino Unido y Estados Unidos) y al acercamiento primero de Japón y Corea del Sur y, ahora, de Filipinas y Japón.
El Gobierno taiwanés, liderado por el soberanista Partido Democrático Progresista, también ha buscado profundizar los lazos con estos países en los últimos años ante las reiteradas amenazas de China, pese a no contar con el reconocimiento diplomático de ninguno de ellos.
Durante los últimos meses, las tensiones entre China y Filipinas han alcanzado niveles nunca vistos en años. Ambos países hacen valer, cada vez más, sus reivindicaciones territoriales.
El mes pasado se produjeron dos choques entre buques chinos y filipinos cerca del atolón Second Thomas.
En este contexto, Joe Biden anunció que Estados Unidos, Filipinas y Japón “profundizarán sus lazos en materia de seguridad marítima”.
También prometió una cooperación económica y tecnológica más estrecha, en particular para desarrollar grandes proyectos de infraestructuras en Filipinas.
Las tensiones, unidas al ruido de sables sobre las reivindicaciones chinas respecto a la isla autónoma de Taiwán, han llevado a Biden a impulsar alianzas en la zona de Asia-Pacífico para contrarrestar las ambiciones estratégicas de China.
En 2023 celebró una cumbre trilateral sin precedentes con los líderes de Japón y Corea del Sur en su residencia de Camp David.
(Con información de EFE y AFP)