Rusia anunció este viernes que realizó con éxito el lanzamiento de prueba de un misil balístico intercontinental desde el polígono militar de Kapustin Yar, en la región de Astracán, en la zona europea del país.
El Ministerio de Defensa difundió un comunicado en el que omitió precisar el tipo de proyectil en cuestión pero sí explicó que el ejercicio se realizó en pos de “confirmar la estabilidad de los misiles en servicio” y precisó que “los objetivos de lanzamiento se cumplieron en su totalidad”.
“Los resultados obtenidos confirmaron la alta fiabilidad de los misiles rusos a la hora de garantizar la seguridad estratégica de la Federación de Rusia”, celebró el escrito.
Si bien Moscú suele realizar este tipo de ejercicios, con el fin de mantener su arsenal en óptimas condiciones, este episodio se dio el mismo día que Estados Unidos alertó por la acelerada expansión de la nación en este terreno gracias al apoyo de sus aliados regionales, como Corea del Norte, Irán y China, aunque poniendo el foco en éste último.
Un funcionario de la Casa Blanca sostuvo que Xi Jinping asiste a Vladimir Putin en su “expansión defensiva”, la cual describió como “la más ambiciosa desde la era soviética”, que ocurre “en un plazo más rápido del que creíamos posible”.
En ese sentido, precisó que el Kremlin realiza compras masivas de componentes electrónicos, maquinaria y explosivos a Beijing que, luego, son empleados por “entidades chinas y rusas (que) trabajan juntas para producir drones” y otras armas dentro de las fronteras del segundo. Gracias a ello, inclusive, Putin ha podido continuar con su guerra sobre Ucrania, reponiendo su artillería perdida y lanzando importantes ofensivas sobre Kiev.
“Rusia tendría dificultades para sostener su esfuerzo bélico (en la invasión de Ucrania) sin el aporte de la República Popular China. De otro modo, habría sufrido reveses significativos”, agregó el funcionario.
Asimismo, sostuvo que la asistencia se extiende a otras áreas, entre ellas, a la exportación de máquinas y herramientas vitales para la producción de misiles balísticos.
Por ejemplo, el último año, el 90% de las importaciones de microelectrónica que Rusia necesitó para producir misiles, tanques blindados y aviones, procedieron de China, específicamente de compañías como Wuhan Global Sensor Technology Co, Wuhan Tongsheng Technology Co Ltd y Hikvision 002415.SZ, entre otras.
“Rusia está llevando a cabo su expansión de defensa más ambiciosa desde la era soviética y en un cronograma más rápido de lo que creímos posible al principio de este conflicto”, continuó el funcionario y concluyó que, en este momento, “una de las medidas más innovadoras que tenemos a nuestra disposición para apoyar a Ucrania es persuadir a la República Popular de China para que deje de ayudar a Rusia a reconstruir su base industrial militar”.
En ese sentido, a principios de mes, el presidente Joe Biden manifestó a su homólogo su preocupación por el acercamiento y cooperación con Moscú.
“China es, por supuesto, un país soberano que tomará sus propias decisiones sobre sus relaciones, pero estamos bastante preocupados sobre la dirección que esto está adquiriendo”, apuntaron desde el gabinete de Biden al término de la llamada telefónica entre los mandatarios, la primera desde julio de 2022.
(Con información de AFP, EFE y Europa Press)