El socialdemócrata Peter Pellegrini, afín al Gobierno filoruso, ganó este sábado las elecciones presidenciales en Eslovaquia con el 54% de los votos, según el recuento preliminar. El hasta ahora presidente del Parlamento, y líder de uno de los tres partidos de la coalición de populistas de izquierdas y ultranacionalistas, ha vencido así al europeísta Ivan Korcok, que quedó primero en la primera vuelta hace dos semanas con su mensaje de ejercer un control del Ejecutivo desde el cargo de jefe del Estado.
Pellegrini ha defendido durante la campaña la necesidad de negociar con Rusia el fin de la guerra iniciada por su invasión de Ucrania, una postura que mantiene el Gobierno que, desde que llegó al poder en otoño, detuvo la importante ayuda militar que el país venía prestando a Kiev.
La participación ha sido del 60%, 18 puntos más que en 2019.
Los analistas habían previsto que una alta participación beneficiaría a Pellegrini, que ha logrado no sólo movilizar a sus votantes sino atraer a la mayoría de quienes hace dos semanas votaron por otros candidatos, como el ultranacionalista Štefan Harabin, que quedó tercero.
El candidato del Gobierno ha ganado en siete de las ocho regiones del país, mientras que su rival, apoyado por la oposición liberal y europeísta, sólo ha sido primero en Bratislava, la capital.
Korcok centró su campaña en defender el apoyo militar a Ucrania y en postularse como un contrapeso al Ejecutivo dirigido por el populista de izquierdas Robert Fico, al que acusa de vulnerar el Estado de derecho con medidas como eliminar la Fiscalía anticorrupción o sus ataques a los medios de comunicación. El presidente electo, por su parte, presentó a su rival como un partidario de la guerra y lo acusó de querer mandar tropas eslovacas a luchar en Ucrania.
El partido de Pellegrini, Hlas (La Voz), es una escisión del Smer de Fico, el veterano político del que fue un estrecho colaborador y con quien se formó políticamente.
Pellegrini sucedió a Fico como primer ministro cuando éste dimitió ante las protestas populares y el malestar por el asesinato de Ján Kuciak, un periodista que investigaba los vínculos entre el crimen organizado y el poder político.
Tras las elecciones del pasado septiembre, Hlas y Smer formaron Gobierno con el ultranacionalista SNS, motivo por el que los dos partidos fueron suspendidos del grupo de los socialdemócratas europeos. Desde 2018 Fico ha ido asumiendo posturas antiinmigración y euroescépticas que lo acercan al primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Orbán.
Un discípulo del Orbán eslovaco
Peter Pellegrini, uno de los políticos más populares de Eslovaquia, ganó como candidato del Gobierno populista y cercano al húngaro Viktor Orbán y defendiendo que se deje de apoyar militarmente a Ucrania.
Pese a su popularidad, el hasta ahora presidente del Parlamento quedó segundo hace dos semanas en la primera vuelta electoral tras el liberal Ivan Korcok. Por eso intensificó aún más su discurso sobre una “paz” en Ucrania, para tratar de atraer a los votantes de Stefan Harabin, que quedó tercero hace dos semanas con un mensaje anti OTAN y de neutralidad en política exterior. De hecho, el presidente electo logró medio millón de votos más que en la primera vuelta.
“Nunca permitiría que un soldado eslovaco entre en Ucrania. Hay que hacer todo lo posible para que la gente no se mate entre ellos, en ambos lados”, dijo Pellegrini en el último debate televisivo sobre la guerra provocada por la invasión rusa.
Korcok había advertido que de ganar Pellegrini no habría contrapeso al Gobierno de Fico, muy cercano al ultranacionalista húngaro Viktor Orbán, y que mantiene posturas prorusas y antiinmigración. Pellegrini se formó políticamente bajo la tutela de Fico y, después de ser asistente parlamentario y luego diputado, su carrera política ganó impulso en 2014, cuando comenzó a asumir papeles importantes dentro del Smer y del Gobierno.
En 2018, Fico le cedió el puesto de primer ministro cuando se vio obligado a dimitir por la indignación popular ante el asesinato del reportero Ján Kuciak.
Y en 2020 fundó su propio partido político, buscando distanciarse de Fico, al que entonces se consideraba acabado políticamente. De hecho, la principal crítica que recibe es que no ha logrado desvincularse de la figura de Fico y se duda de si, como jefe del Estado, será capaz de poner coto a algunas de las reformas del Ejecutivo que vulneren el Estado de derecho y la lucha contra la corrupción.
En política exterior, Pellegrini suscribe las tesis del actual Gobierno, que dejó de ayudar militarmente a Kiev y aboga por una negociación con Rusia, aún a costa de que Ucrania tenga que renunciar al territorio ocupado por Moscú. También rechaza la entrada de Ucrania en la OTAN.
En temas sociales, rechaza las uniones civiles del mismo sexo, en un país donde la definición de matrimonio como un enlace entre un hombre y una mujer está incluido en la Carta Magna.
(Con información de EFE)