El apoyo militar de Corea del Norte e Irán a Rusia tiene graves consecuencias para la seguridad mundial, que la alianza de 32 miembros de la OTAN no puede ignorar, declaró el miércoles su Secretario General Jens Stoltenberg.
Pyongyang ha transferido misiles balísticos y otras armas a Rusia, mientras que Irán también ha proporcionado a Moscú el suministro de drones Shahed, utilizados con frecuencia para atacar infraestructuras ucranianas.
A cambio, Rusia ha proporcionado tecnología y suministros que ayudan a sus propias capacidades nucleares y de misiles.
A las potencias occidentales les preocupa cada vez más que Teherán pueda transferir pronto también misiles balísticos a Rusia.
"Los amigos de Rusia en Asia son vitales para continuar esta guerra de agresión", dijo Stoltenberg en la reunión de ministros en Bruselas.
China también está “apuntalando la economía de guerra de Rusia”, agregó.
“Esto tiene consecuencias para la seguridad regional y mundial”, señaló Stoltenberg, añadiendo que los ministros discutirían cómo manejar el asunto.
En febrero, la agencia Reuters informó de que Irán había proporcionado a Rusia un gran número de potentes misiles balísticos tierra-tierra, citando a seis fuentes, en una señal de la profundización de los lazos militares entre los dos países sancionados por Estados Unidos.
Aunque Washington y otras autoridades occidentales han advertido repetidamente a Irán contra el suministro de este tipo de armamento a Rusia, no han confirmado que Moscú haya recibido los misiles.
Tanto el G7 como el Consejo Europeo han afirmado que una medida de este tipo acarrearía importantes consecuencias en sus relaciones con Teherán y han dicho que las terceras partes que proporcionen armas también podrían enfrentarse a nuevas medidas.
Los diplomáticos europeos han dicho que las posibles medidas sobre Irán podrían estar dirigidas contra Iran Air, bancos en Europa e incluso la posibilidad de reimponer sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU como parte de un acuerdo nuclear entre Irán y las potencias mundiales.
Según cinco diplomáticos europeos, los ministros de Asuntos Exteriores de Francia, Alemania, los Países Bajos, los Estados bálticos, la República Checa, Dinamarca y Rumania enviaron una carta el 19 de febrero al jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, solicitando nuevas sanciones a Irán en toda la UE.
Las nuevas medidas tendrían dos vertientes. Nuevas sanciones apuntarían al apoyo de Irán a Rusia, pero también habría nuevas medidas centradas en individuos y empresas iraníes que arman, financian y entrenan a representantes en el Medio Oriente, así como posibles sanciones a los propios grupos, dijeron los diplomáticos.
Las discusiones iniciales han tenido lugar a nivel de la UE, pero algunos de los 27 estados miembros siguen oponiéndose.
Según los diplomáticos, Borrell respondió con cautela a los ministros diciendo que existía una base legal para tomar medidas contra el grupo militante islamista Hamas.
También advirtió que cualquier nueva sanción debería considerarse cuidadosamente para garantizar que fuera legalmente sólida, pero también evitó perjudicar sus actividades en la región, en particular en relación con el programa nuclear de Irán, del que la UE es facilitadora.
“Existe un triángulo bastante claro con Rusia, Irán y Corea del Norte. Tanto Irán como Corea del Norte suministran armas y municiones a Rusia, que luego las utiliza para intentar destruir Ucrania. Así que se trata de una cooperación muy real, que es una gran preocupación para todos”, dijo el Ministro de Asuntos Exteriores de Letonia, Krisjanis Karins.
(Con información de Reuters)