Ucrania no tuvo “ninguna implicación” en la masacre en una sala de conciertos de Moscú en la que murieron más de 130 personas, dijo el domingo la Casa Blanca, después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, sugiriera una conexión con Kiev.
“El ISIS es el único responsable de este ataque. No hubo participación ucraniana en absoluto”, dijo la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Adrienne Watson, utilizando un acrónimo para el grupo Estado Islámico, que ha reivindicado el ataque.
No había “ninguna” prueba de que Ucrania estuviera implicada, coincidió la vicepresidenta Kamala Harris en una entrevista con el programa “This Week” de ABC News que se emitió el domingo.
“ISIS-K es en realidad, según todos los indicios, responsable de lo ocurrido”, dijo.
La “K” se refiere a Khorasan, y el ataque fue reivindicado por la rama del ISIS en Afganistán y Pakistán.
Al menos 137 personas murieron cuando hombres armados camuflados irrumpieron en el Ayuntamiento de Crocus, en el barrio de Krasnogorsk, en el norte de Moscú, e incendiaron el edificio el viernes por la noche.
El grupo Estado Islámico escribió el sábado en Telegram que el ataque fue “llevado a cabo por cuatro combatientes del EI armados con ametralladoras, una pistola, cuchillos y bombas incendiarias”, como parte de “la guerra encarnizada” con “los países que luchan contra el Islam.”
Según el grupo de inteligencia SITE, un vídeo de aproximadamente un minuto y medio grabado aparentemente por los pistoleros ha sido publicado en cuentas de redes sociales utilizadas habitualmente por el EI.
Putin ha prometido castigar a los autores del “bárbaro atentado terrorista”, pero en sus únicas declaraciones públicas sobre la masacre no ha hecho ninguna referencia a las reivindicaciones del Estado Islámico.
En cambio, dijo que cuatro hombres armados que trataban de huir a Ucrania habían sido detenidos.
“Intentaron escapar y se dirigían a Ucrania, donde, según datos preliminares, se les preparó una ventana en el lado ucraniano para cruzar la frontera estatal”, dijo en un discurso televisado a la nación el sábado.
Kiev ha negado rotundamente cualquier relación, y el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, acusó a Putin de intentar culparles a ellos.
El IS-K es un grupo militante suní surgido en la provincia oriental afgana de Nangarhar hacia 2015, que aspira a instaurar un califato islámico duro que abarque India, Irán y Asia Central.
El grupo ha perpetrado decenas de atentados en Afganistán y Pakistán. Bajo el régimen talibán, que lo considera un enemigo, los analistas afirman que su eficacia dentro de Afganistán se ha visto mermada, pero que en los últimos meses ha intensificado sus actividades en todo el mundo.
(Con información de AFP)