El líder ucraniano Volodimir Zelensky dijo el domingo que Vladimir Putin está “ebrio de poder” y quiere “reinar eternamente”, tras el anuncio de resultados de un sondeo a boca de urna donde se indica que ganó la elección, asegurándose un nuevo mandato de seis años.
“Es claro para cualquiera en el mundo que esta persona, como ha ocurrido con frecuencia en la historia, está ebria de poder y quiere gobernar eternamente. No hay maldad que no cometa para prolongar su poder personal”, añadió Zelensky en un mensaje por las redes sociales.
Por su parte, el ministro de Relaciones exteriores del Reino Unido David Cameron lamentó el domingo la falta de elecciones “libres y equitativas” en Rusia.
En un mensaje en X (ex-Twitter), Cameron denunció “la organización ilegal de elecciones en el territorio ucraniano, la falta de opciones para los electores”, y “la ausencia de control independiente de la OSCE”, la Organización para la seguridad y la cooperación en Europa.
Elección presidencial
La presidencial se celebró en el contexto de la más dura represión de la oposición política y la libertad de expresión en Rusia desde la época soviética. Sólo tres candidatos simbólicos -y ninguno que se oponga a su guerra en Ucrania- pudieron presentarse contra Vladimir Putin en su búsqueda de un quinto mandato.
Con esta farsa, Putin se dispone a prolongar seis años más su mandato de casi un cuarto de siglo, tras una implacable represión de la disidencia.
Las urnas estuvieron abiertas desde el viernes hasta el domingo en Rusia, en un entorno estrechamente controlado en el que se reprime cualquier crítica pública contra él o su guerra en Ucrania.
El enemigo político más acérrimo de Putin, Alexei Navalny, murió dudosas circusntancias en una prisión del Ártico el mes pasado, y otros críticos están en la cárcel o en el exilio. Más allá del hecho de que los votantes prácticamente no tienen elección, la supervisión independiente de las elecciones además fue extremadamente limitada.
Los colaboradores de Navalny instaron a los descontentos con Putin o con la guerra a protestar acudiendo a las urnas a mediodía del domingo, y las colas ante varios colegios electorales, tanto dentro de Rusia como en sus embajadas en todo el mundo, parecían multiplicarse a esa hora. La protesta se llamó “Mediodía contra Putin” y se replicó en varias capitales del mundo.
Putin, de 71 años, ya ejerció dos mandatos de cuatro años y dos de seis, con un período intermedio como primer ministro en el cual siguió siendo el hombre fuerte del país.
Surgido del KGB soviético, implantó desde su llegada al Kremlin el 31 de diciembre de 1999 una estructura vertical de poder que a lo largo de los años se caracterizó por un constante endurecimiento y por la tentativa de restaurar una influencia geopolítica perdida con el colapso de la URSS en 1991.
El endurecimiento lo llevó a imponerse a los oligarcas del sistema, a desatar la segunda guerra de Chechenia y a asfixiar las libertades públicas, la prensa y la oposición. La búsqueda de poder geopolítico tuvo sus hitos en la guerra en Georgia (2008), la anexión de la Crimea ucraniana (2014), la intervención militar en Siria (2015) y la invasión de Ucrania (2022).
De completar un nuevo período, habría permanecido en el poder más que cualquier otro líder ruso desde Catalina la Grande, en el siglo XVIII.
(Con información de AFP)