La Marina británica alertó este viernes que al menos dos barcos han sido atacados desde anoche en el mar Rojo y frente a un importante puerto del Yemen, lo que ha provocado daños en uno de los buques.
Ambos ataques, que hasta el momento no han sido reivindicados, tuvieron lugar frente al puerto de Al Hudeida, uno de los más importantes del Yemen y controlado por los rebeldes chiíes hutíes.
En el primer ataque, la marina indicó que dos misiles sobrevolaron el buque y se escucharon dos fuertes explosiones en la distancia, por lo que no hubo ni víctimas ni daños en la embarcación.
Sin embargo, la unidad naval señaló horas después que un buque mercante informó de que habían sido alcanzados por un misil y que el barco había sufrido “algunos daños”.
Pese a la acción, “la tripulación se encuentra a salvo y el buque se dirige a su próximo puerto de escala”, se indica en la nota.
Como suele ser habitual, la Marina británica no identificó los buques que fueron objeto de los ataques, cuya autoría apunta a los hutíes.
Se trata del tercer ataque que reporta la Marina británica en 24 horas.
El líder del movimiento hutí del Yemen, Abdelmalek al Huti, amenazó anoche en un discurso televisado con atacar también los barcos con vínculos israelíes que transitan por el Océano Índico y que han desviado su ruta del mar Rojo al Cabo de Buena Esperanza (Sudáfrica) por las acciones de los rebeldes.
Afirmó que la batalla del movimiento respaldado por Irán es “impedir que los barcos asociados con el enemigo israelí, no sólo atraviesen el mar Arábigo, el mar Rojo y el golfo de Adén, sino también impedir que crucen a través del Océano Índico y desde Sudáfrica hacia el Cabo de Buena Esperanza”.
Cuando el pasado 19 de noviembre comenzaron las acciones contra el mar Rojo, las principales navieras decidieron desviar sus rutas y, en lugar de transitar por ese mar, rodean ahora todo el continente africano por el Cabo de Buena Esperanza.
Además de barcos comerciales, los rebeldes también han intensificado sus operaciones contra los buques de guerra estadounidenses y británicos estacionados en el mar Rojo para “proteger” la navegación en esta estratégica vía, por donde se calcula que pasa alrededor del 15 % del comercio marítimo mundial.
El pasado 6 de marzo, se vivió uno de los peores momentos en esa vía marítima al morir tres marineros en un ataque hutí contra un barco de bandera de Barbados en el golfo de Adén, en la primera acción de los rebeldes que causó pérdidas civiles desde que iniciaron sus agresiones contra la navegación comercial el 19 de noviembre.
Asimismo, el pasado 2 de marzo el navío británico “Rubymar” se convirtió en la primera embarcación en hundirse por un ataque de los hutíes.
(Con información de EFE)