Una delegación de la Comisión de los Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF) debió acortar su visita por Arabia Saudita luego de que a uno de sus miembros se le solicitara retirarse la kipá.
El rabino ortodoxo Abraham Cooper y el reverendo Frederick Davie se encontraban este lunes en Diriyah, una ciudad histórica declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, cerca de la capital saudita Riad, en el marco de una visita oficial. Si bien desde un primer momento la comitiva experimentó retrasos y contratiempos que afectaron el paseo, todo se precipitó cuando las autoridades locales le solicitaron a Cooper que se quitara la kipá “mientras estuviera en el sitio y en todo momento que tuviera que estar en público”, incluso con la aprobación previa de la visita por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores saudí.
El Rabino rechazó “los requerimientos de que se retirara el velo religioso de su cabeza”, lo que llevó a que se suspendiera su visita al país.
“A nadie se le debería negar el acceso a un sitio patrimonial, especialmente a uno destinado a resaltar la unidad y el progreso, por el sólo hecho de existir como judío”, declaró en un comunicado, lamentando lo ocurrido.
Si bien resaltó que Arabia Saudita “está en medio de un cambio alentador bajo su plan de reformas ‘Visión 2030′, (...) especialmente en estos tiempos de antisemitismo furioso, el hecho de haberme pedido que me quitara la kipá tornó imposible para nosotros, de la USCIRF, continuar con nuestra visita”, agregó.
Davie también se pronunció tras lo ocurrido aunque fue un poco más tajante al comentar que este hecho, “inaudito y doloroso, (...) contradijo directamente no sólo la narrativa oficial del Gobierno referente al cambio sino que, también, los signos genuinos de una mayor libertad religiosa en el Reino, que pudimos observar de primera mano”.
En tanto, desde la Comisión se limitaron a lamentar el episodio que involucró, casualmente, al representante de “una agencia del Gobierno estadounidense que promueve la libertad religiosa”.
Este incidente tuvo lugar en medio de la guerra que desde finales de 2023 tiene lugar en la Franja de Gaza, entre Israel y la milicia terrorista Hamas. Desde que estalló este conflicto, el 7 de octubre, numerosos actos de antisemitismo han surgido en todo el mundo en forma de condena al accionar del Estado judío.
Por ejemplo, el 31 de octubre pasado, decenas de edificios en París y zonas cercanas aparecieron con estrellas de David pintadas en el frente, en un intento por recordar la ocupación nazi en la capital francesa durante la Segunda Guerra Mundial y la deportación de judíos a campos de exterminio.
También, en universidades europeas y de Estados Unidos surgieron movimientos pro-Palestina que a menudo organizan marchas exigiendo un “alto a la masacre en Gaza”. Inclusive, los propios directivos de las prestigiosas universidades de Pennsylvania, Harvard y el MIT fueron objeto de críticas en la comunidad judía por su gestión ante estos sucesos y sus respuestas vagas al respecto.