Las Fuerzas de Defensa de Israel atacaron otro complejo militar del grupo terrorista Hezbollah en Líbano

La aviación de Israel atacó durante la madrugada del sábado un complejo militar del grupo terrorista Hezbollah en Labbouneh, en el sur de Líbano, después de haber bombardeado otro en Ayta ash Shab el viernes, tras cumplirse cinco meses de intenso intercambio de fuego en la frontera entre ambos países, que se ha recrudecido en las últimas semanas.

”Hoy temprano, se identificó un lanzamiento que cruzaba desde el Líbano hacia el área de Yiftach, en el norte de Israel y cayó en un área abierta. Los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) atacaron el origen del lanzamiento”, precisó un comunicado castrense sobre los últimos ataques israelíes en Líbano.

El grupo libanés se ha atribuido hoy la autoría de un ataque con un misil hacia Israel; mientras que ayer reivindicó cinco ataques con cohetes y artillería contra objetivos militares del Ejército israelí, que respondió bombardeando al menos tres complejos militares de la organización chií en diferentes puntos del sur de Líbano, y dos centros de comando militar en Mansouri y Bint Jbeil.

”Se identificaron explosiones secundarias, lo que indicaba que se encontraban armas dentro del puesto”, indicó el Ejército sobre el ataque al complejo de Ayta ash Shab.

Las partes están envueltas en intenso fuego cruzado desde el pasado 8 de octubre, que se ha cobrado la vida de al menos 330 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hezbollah, que ha confirmado 229 bajas de terroristas, algunas en Siria.

En Israel han muerto 17 personas en la frontera norte (10 militares y 7 civiles); mientras que al otro lado de la frontera han fallecido al menos 313 personas, entre ellos se incluyen 37 integrantes de milicias palestinas, un soldado israelí y 46 civiles (al menos diez menores y tres periodistas), además de los combatientes de Hezbollah.

Los enfrentamientos, los peores desde la guerra librada por ambos en 2006, han ido ganando intensidad con el paso de los meses y se han recrudecido con especial fuerza en las últimas semanas.

Esta semana, el mediador estadounidense Amos Hochstein se reunió con altos cargos libaneses en Beirut y posteriormente viajó a Israel para tratar de encontrar una solución diplomática a la crisis, sin que por el momento se hayan anunciado avances en esta tarea.

Hezbollah ha reiterado que no negociará una salida política hasta que no cese la violencia en la Franja de Gaza, donde la comunidad internacional exige un alto el fuego a días de que comience el mes sagrado musulmán de Ramadán.

Los planes para coordinar la entrega de ayuda humanitaria por mar en Gaza, debido a las dificultades que se registran hoy en día por tierra, dieron un paso importante luego de que, este viernes, se confirmara la apertura inminente de un corredor y la construcción de un puerto temporal.

La presidente de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, confirmó que en las próximas horas se pondrá en marcha una “operación piloto” y que, junto con los Emiratos Árabes Unidos, se activará el próximo domingo el paso marítimo por el puerto de Lárnaca, en Chipre, que permitirá el ingreso del “primero de muchos envíos de mercancías a la población de Gaza” a través de la isla.

Junto con ello, la víspera, el presidente estadounidense, Joe Biden, adelantó en su discurso anual sobre el Estado de la Unión que había instruido a sus tropas en la región que “establezcan un embarcadero provisional en el Mediterráneo, en la costa de Gaza, que pueda recibir grandes cargamentos con alimentos, agua, medicinas y refugios temporales”.

Esta plataforma llevará unas semanas de construcción implicará el despliegue de soldados de Washington en el territorio, aunque no en calidad de combate.

Tras conocer estos anuncios, la portavoz de la Cancillería de Israel, Lior Haiat, escribió en un mensaje en redes sociales que su país acogió “con satisfacción” el plan que “permitirá aumentar la ayuda humanitaria (...) tras un control de seguridad conforme a las normas israelíes”.

No obstante, Biden, principal aliado del Estado judío, que lleva semanas reclamando mayores esfuerzos para garantizar el ingreso de estos productos, insistió en su alocución que estos anuncios provisorios “no pueden ser una consideración secundaria ni una moneda de cambio”, justo cuando se producen intensas negociaciones por conseguir un “alto el fuego inmediato”, antes del inicio del Ramadán.

(Con información de EFE y AFP)