La madre y la suegra del líder opositor ruso Alexei Navalny llevaron flores a su tumba en Moscú este sábado, un día después de que miles de personas convirtieran su funeral en una de las mayores muestras recientes de disidencia.
La policía mantenía una fuerte presencia policial en el cementerio, pero la situación estaba tranquila, reportó la televisora independiente rusa Dozhd.
“La policía deja pasar a quienes quieren despedirse del político y no apremia a nadie”, indicó la cadena en la aplicación de mensajería Telegram, citando a uno de sus lectores presentes en el lugar.
Según Dozhd, algunos “monumentos de recuerdo espontáneos” de Navalny fueron destruidos en varias ciudades del país. En las ciudades de San Petersburgo y Voronezh, entre otras, se retiraron las flores que se habían colocado, añadió.
Ante una intensa vigilancia policial, miles de personas despidieron el viernes a Navalny tras su deceso hace dos semanas en una colonia penal en el Ártico. La multitud que acudió a despedir al opositor frente a una iglesia y al cementerio próximo en un nevado suburbio del sureste de la capital corearon consignas a su favor y en contra del presidente, Vladímir Putin, y de la guerra en Ucrania.
La viuda de Navalny, Yulia, no asistió al funeral. Se ha comprometido a continuar con la labor de su esposo y le dio las gracias por “26 años de felicidad absoluta”.
La Policía detuvo a más de 125 personas que participaron del funeral
La Policía de Rusia ya lleva arrestadas a 125 personas en lo que va de este viernes, en el marco del funeral del activista opositor de Vladimir Putin, Alexei Navalny. La cifra fue difundida por la ONG OVD-Info, que se especializa en las detenciones y violaciones de derechos en el país, y denunció que se trata de una estrategia para “intimidar a activistas y seguidores de Navalny”.
La mayoría de los arrestos se dieron en Novosibirsk, Ekaterimburgo y Moscú, con 14, 10 y seis personas, respectivamente. Asimismo, se registraron detenciones en Voronezh, Kazán, Nizhni Nóvgorod, Vladikavkaz, San Petersburgo, Ulán-Udé y Sochi e, inclusive, entre quienes se movilizaban desde diversas ciudades del país hasta la capital para asistir al sepelio.
En sus redes sociales, la ONG difundió imágenes de las Fuerzas de Seguridad llevándose a las personas, incluso en el clima de paz en el que se desarrolló todo el evento.
Entre los detenidos se pudo identificar al vicepresidente de la filial moscovita del opositor partido Yábloko, Andréi Mórev, quien fue abordado por los agentes de la policía en la estación Máriino del metro. Asimismo, se conoció el arresto del ex vicepresidente del movimiento PARNAS, Mikhail Schnéider, en la estación Liublinó. En su caso, la Policía sostuvo que “se parecía a un hombre declarado en búsqueda y captura”.
Pavel Sichev, asesor del opositor Boris Nadezhdin, cuya candidatura a las presidenciales fue rechazada por la Comisión Electoral, fue otro de los detenidos.
En tanto, el pueblo ruso también fue víctima de esta ola de arrestos por el simple hecho de participar del funeral y manifestar su oposición al Kremlin. “¿Quién mató a Navalny?”, “Rusia será libre”, “Rusia sin Putin” y “Alexei estamos contigo”, son algunas de las consignas que se oían en el cementerio y en las inmediaciones, que se llenaron de carteles y flores.
“Navalny era la conciencia de la nación y, aunque tengo miedo, he elegido la conciencia sobre el miedo y por eso estoy aquí”, dijo Svetlana, una mujer de 65 años que se acercó para asegurarse de que el legado de Navalny no muera.
(Con información de AP, EFE y Europa Press)