Alexander Lukashenko, en el poder desde 1994, adelantó que se presentará a las elecciones del próximo año en Bielorrusia, que este domingo celebra una votación parlamentaria, considerada fraudulenta por la oposición.
Bielorrusia, vecino y aliado de Rusia, celebra su primera votación nacional desde las masivas manifestaciones que sacudieron el país tras las presidenciales de 2020 en las que se proclamó ganador Lukashenko pese a las denuncias de fraude tanto de la oposición como de gran parte de la comunidad internacional.
“Diles que me presentaré a las elecciones (de 2025)”, declaró el mandatario, según un canal de redes sociales gestionado por su equipo. De completar otro mandato, sumaría 36 años en el poder.
Lukashenko, al que se le acusa de haber amañado los últimos comicios, lanzó una ola de represión contra la disidencia, encarcelando a cientos de personas y obligando a miles a exiliarse.
La votación de este domingo se celebra sin oposición. De hecho, los críticos del dictador en el exilio instaron a los bielorrusos a quedarse en casa y boicotear las elecciones.
El grupo de derechos humanos Viasna estima que hay actualmente 1.419 prisioneros políticos en Bielorrusia.
La líder de la oposición en el exilio, Svetlana Tijanovskaya, calificó la votación de “farsa”, en un video difundido en redes sociales. “Que quede claro que el intento del régimen de utilizar esta farsa de elección para legitimar su poder no tendrá éxito”, afirmó.
Estados Unidos, por su parte, denunció un “simulacro de elecciones legislativas”.
“Es imposible organizar una votación libre y justa en medio de un ambiente de miedo y con más de 1.400 presos políticos”, declaró en X el portavoz del departamento de Estado, Matthew Miller.
Bielorrusia está aún más aislada desde que Lukashenko, considerado el “último dictador de Europa”, permitió a Rusia usar su territorio para lanzar su ofensiva contra Ucrania hace dos años.
El régimen de Minsk depende de Moscú a nivel político y económico. “Siempre estaremos junto a Rusia”, insistió el dirigente el domingo.
El pasado mes de enero el dictador bielorruso se otorgó más poderes, con una ley que endurece los requisitos para los candidatos presidenciales y bloquea a los opositores que se hayan exiliado. Además, el mandatario y los miembros de su familia recibirán protección estatal, atención médica y seguro de vida y de enfermedad de por vida.
La legislación establece que sólo pueden presentarse los ciudadanos de Bielorrusia que hayan residido permanentemente en el país durante al menos 20 años y nunca hayan tenido permiso de residencia en otro país.
La nueva medida parece destinada a apuntalar aún más el poder de Lukashenko y eliminar a posibles contrincantes en las próximas elecciones.
La semana pasada la Unión Europea (UE) afirmó que la muerte del periodista y preso político bielorruso Igor Lednik en la cárcel es muestra de la “dimensión inhumana” del régimen de Lukashenko.
“La trágica muerte de Ígor Lednik en prisión demuestra la dimensión inhumana de la opresión de Lukashenko”, recalcó a través de la red social X Peter Stano, portavoz del alto representante de la UE para Política Exterior y Seguridad, Josep Borrell.
El portavoz comunitario recordó que hay más de 1.400 presos políticos en Bielorrusia que son “maltratados o privados de atención médica”.
“El régimen es responsable de sus vidas y su salud, y tendrá que rendir cuentas”, concluyó.
Lednik murió en prisión en la región de Moguiliov, según denunció este martes el Partido Socialdemócrata de la antigua república soviética.
Lednik, cuya salud se deterioró desde su detención en abril de 2022, según sus abogados, había sido condenado a tres años de cárcel por calumniar a Lukashenko.
El lunes, los ministros de Exteriores de la UE aprobaron unas conclusiones en las que reafirmaron su “apoyo inquebrantable” a la búsqueda por el pueblo bielorruso de una Bielorrusia libre, democrática, soberana e independiente, como parte de una Europa pacífica y próspera.
(Con información de AFP y EFE)