Las fuerzas rusas han seguido avanzando hacia el oeste tras hacerse con el control de la ciudad ucraniana de Avdiivka, informó el viernes el Ministerio de Defensa de Rusia.
Según el ministerio, las fuerzas rusas también han destruido en la última semana varias armas ucranianas suministradas por Occidente, entre ellas siete misiles de crucero Storm Shadow suministrados por el Reino Unido, un misil antiaéreo Patriot estadounidense y su vehículo de lanzamiento, y 42 cohetes HIMARS disparados por sistemas de lanzamiento múltiples.
Los frentes de la guerra, que este sábado cumplirá dos años, no se habían modificado sustancialmente desde finales de 2022, antes de la toma de Avdiivka, y Rusia sigue controlando algo menos de una quinta parte del territorio ucraniano.
La toma de Avdiivka, tras meses de combates con numerosas bajas en ambos bandos, fue el primer avance significativo de Rusia desde que ocupó la ciudad de Bakhmut en mayo.
Tras la conquista de Avdiivka, las unidades del grupo “Centro” de las fuerzas rusas “continuaron avanzando en dirección oeste”, según el comunicado del Ministerio de Defensa. “En cooperación con la aviación y la artillería, derrotaron acumulaciones de personal y equipos de las Fuerzas Armadas ucranianas” en seis asentamientos cercanos, dijo.
Relevo en el Ejército ucraniano
Por otro lado, el segundo aniversario de la invasión rusa llega justo después del relevo del hasta ahora jefe del Ejército ucraniano, que fue destituido por el presidente Volodimir Zelensky después de meses de desencuentros públicos.
Analistas contactados por la agencia EFE descartan cambios radicales en la estrategia militar, pero sí advierten que, si no se produce un incremento sustancial del suministro de armamento occidental, el Ejército ucraniano tendrá que limitarse a defenderse.
El cese de Valeri Zaluzhni, en el que confiaban, según las encuestas, uno de cada diez ucranianos, fue muy criticado por la oposición y provocó malestar en buena parte de la sociedad.
El nuevo jefe del Ejército, Oleksandr Sirski, tiene ante sí la difícil tarea de ganarse la confianza de sus compatriotas en un momento de poco propicio, a priori, para Ucrania, donde la unidad en torno Zelensky se desgasta ante la ausencia de buenas noticias del frente.
Incertidumbre con la ayuda militar de EEUU
Ucrania entra en el tercer año de la guerra con la incertidumbre de si seguirá recibiendo asistencia militar de EEUU, donde congresistas republicanos bloquean el paquete de 60.000 millones de dólares propuesto por la Casa Blanca para seguir apoyando a Kiev a lo largo de 2024.
Como ha repetido hasta la saciedad Zelensky, la aprobación de esta partida es capital para que Ucrania pueda seguir defendiéndose con garantías de los ataques de Rusia, tanto en el campo de batalla como en la retaguardia.
Para ello se necesitan sistemas de defensa antiaérea y misiles de largo alcance, además de los esperados cazas F-16, que deben llegar a mediados de este año.
Kiev también está pendiente de recibir prácticamente la mitad del millón de proyectiles para artillería del calibre 155 que la Unión Europea (UE) se comprometió a entregar a Ucrania antes de marzo de este año. Eso sí, Bruselas logró esquivar el bloqueo húngaro y aprobó el paquete de 50.000 millones de euros en ayuda para los próximos cuatro años, a lo que se sumó el compromiso mostrado en los últimos meses por países como Alemania y Francia.
(Con información de AFP y EFE)