La primera nave espacial estadounidense en la Luna desde el Apollo probablemente se estrelló contra el suelo tras engancharse en una roca durante su dramático aterrizaje, afirmó el viernes la compañía que la construyó.
Odiseo aterrizó cerca del polo sur lunar el jueves a las 6:23 pm, hora del este (23.23 GMT), después de un descenso final lleno de tensión cuando los equipos en tierra tuvieron que cambiar a un sistema de guía de respaldo y tardaron varios minutos en establecer contacto por radio después de que el aterrizador se detuviera.
Intuitive Machines, que logró el primer aterrizaje lunar por una compañía privada, inicialmente publicó en X que su nave espacial hexagonal estaba en posición vertical, pero el viernes el CEO, Steve Altemus, les dijo a los periodistas que esa afirmación se basó en datos interpretados incorrectamente.
La noticia más reciente, de que estaba acostada de un lado, le quitó algo de brillo al logro que fue ampliamente aclamado como un logro histórico.
“Hasta ahora, todavía tenemos una buena cantidad de capacidad operativa aunque estemos volcados”, dijo. Sin embargo, algunas antenas estaban orientadas hacia la superficie, limitando la capacidad de los controladores de vuelo para comunicarse y obtener los datos correctos, indicó Altemus.
Señaló que el aterrizador estaba “cerca o en su lugar de aterrizaje previsto”.
Eso sí, “los paneles solares están recibiendo energía”, dijo Altemus, agregando que los experimentos científicos de la NASA podrían seguir funcionando.
Pero debido a complicaciones asociadas con el aterrizaje, se tomó la decisión de no disparar una cámara externa para capturar el aterrizaje mientras ocurría, según la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle, que construyó el dispositivo “EagleCam”.
Ahora la cámara será desplegada desde la Tierra para intentar obtener una imagen en tercera persona de Odysseus.
Solución improvisada
Odiseo se considera el primer éxito para una nueva flota de aterrizadores lunares financiados por la NASA diseñados para llevar a cabo investigaciones científicas que allanen el camino para el regreso de astronautas estadounidenses a la Luna más adelante en esta década, bajo el programa Artemis.
Un intento de lanzamiento a la luna por otra compañía estadounidense el mes pasado terminó en fracaso, elevando las apuestas para demostrar que la industria privada tiene lo necesario para repetir una hazaña lograda por última vez por la agencia espacial estadounidense NASA durante su misión Apolo 17 en 1972.
Subrayando los desafíos técnicos, la propia tecnología de navegación de Intuitive Machines falló y los ingenieros de tierra se vieron obligados a improvisar una solución, escribiendo rápidamente un parche de software para cambiar a un sistema de guía láser experimental de la NASA que estaba destinado a funcionar solo como una demostración tecnológica.
Se suponía que la confirmación del aterrizaje llegaría segundos después del hito, pero en su lugar pasaron alrededor de 15 minutos.
Finalmente, el director de tecnología de la compañía, Tim Crain, confirmó “nuestro equipo está en la superficie de la Luna y estamos transmitiendo”, mientras los aplausos estallaban en el control de la misión.
Flota lunar comercial
La NASA pagó a Intuitive Machines 118 millones de dólares para enviar seis experimentos bajo una iniciativa para delegar servicios de carga al sector privado para lograr ahorros y estimular una economía lunar más amplia.
Odiseo también lleva carga para clientes privados, incluyendo un envoltorio térmico reflectante desarrollado por Columbia Sportswear usado para proteger el tanque de propulsión criogénica de la nave espacial.
Los Estados Unidos, junto con socios internacionales, planean desarrollar hábitats a largo plazo en el polo sur, extrayendo hielo de allí para agua potable y para combustible de cohetes para eventuales viajes hacia Marte.
El primer aterrizaje tripulado bajo el programa Artemis de la NASA está programado para realizarse no antes de 2026. Mientras tanto, China planea poner su primera tripulación en la Luna en 2030, en una nueva era de competencia espacial.
La misión fue el cuarto intento de aterrizaje lunar suave por parte del sector privado. Intuitive Machines se une a las agencias espaciales nacionales de la Unión Soviética, Estados Unidos, China, India y Japón en un club exclusivo.
(AFP y AP)