Las autoridades de Ucrania anunciaron este viernes el derribo en el mar de Azov de un avión de control y alerta temprana modelo Beriev A-50 de la Fuerza Aérea de Rusia, una aeronave empleada por Moscú para la detección de sistemas de defensa aérea y la coordinación de ataques.
La Inteligencia ucraniana señaló que la aeronave habría caído en la ciudad rusa de Yeisk, a orillas del mar de Azov, y consideró que su derribo es “otro duro golpe al potencial y las capacidades del Moscú terrorista”.
El imponente Beriev A-50 es un “gigantesco centro de procesamiento de datos volador” utilizado para “detectar y seguir blancos aéreos, terrestres y marítimos”, según describió la agencia de noticias Sputnik en un informe divulgado recientemente.
Se trata de una variación del transporte Ilyushin Il-76 convertido en un avión de “alerta temprana y control aéreo”, que comenzó a volar en 1984 y se fabricó hasta 1992. Estimaciones de la Inteligencia ucraniana afirman que tiene un costo de unos 350 millones de dólares.
Su inmenso radar montado sobre el fuselaje puede detectar y monitorear hasta 150 objetivos al mismo tiempo en un radio de 230 kilómetros. Para blancos más grandes, como portaaviones, el alcance llega a los 400 kilómetros. También se comunica con los centros de mando de las fuerzas armadas rusas y puede por sí mismo dirigir las operaciones de hasta 12 cazas.
Tiene una autonomía de 7.500 kilómetros y la capacidad de abastecerse en vuelo, por lo que puede mantener sus actividades de detección por largos períodos de tiempo.
Según fuentes independientes, la URSS construyó 40 de estos aviones pero parte de ellos fueron vendidos, por lo que menos de 9 seguirían en servicio en Rusia.
El A-50 es un avión de reconocimiento ruso equivalente al avión AWACS (Airborne warning and control system) utilizado por la OTAN.
Moscú no hizo ningún comentario oficial sobre el derribo del avión este viernes, pero las autoridades de la región de Krasnodar, en el sur de Rusia, dijeron que los bomberos estaban en el lugar del accidente aéreo, sin dar más detalles.
Ucrania afirmó por última vez haber derribado un avión A-50 en enero, también sobre el mar de Azov, situado entre Rusia y Ucrania.
Videos difundidos en redes sociales mostraban múltiples destellos de luz en un cielo nocturno oscuro, seguidos de otro que mostraba un gran incendio en lo que parecía ser una zona rural.
Las autoridades regionales de Krasnodar dijeron que las unidades de bomberos estaban respondiendo a un incendio “de unos 250 metros cuadrados” y que ninguna casa local estaba en peligro.
En el siniestro intervinieron “dos aviones”, pero no especificó de qué aparato se trataba. “En estos momentos se está liquidando el incendio. Las fuerzas del orden y los servicios especiales también están trabajando en el lugar”, señalaron.
El ejército ucraniano ha logrado abatir aviones enemigos con su artillería y en combates aéreos, pero también en el marco de sonadas operaciones de sabotaje contra aeródromos en territorio ruso, incluida la anexionada península ucraniana de Crimea.
Los servicios de Inteligencia de Reino Unido han indicado en enero que los Beriev A-50 -conocidos como A-50 Mainstay en la terminología de la OTAN- son “un elemento facilitador de las operaciones rusas en Ucrania, dando alerta temprana de las amenazas y funcionalidad como puesto de mando y control”.
“En comparación con el radar de tierra del SA-21, el Mainstay puede usar su radar para ubicar aviones enemigos a un rango mayor, ya que su altitud le permite una visión periférica más allá de la curvatura de la tierra”, arguyeron, antes de sostener que Rusia habría “acelerado la integración del Mainstay y el SA-21″ por su “preocupación” ante “la posibilidad de que Ucrania despliegue aviones de combate entregados por Occidente”.
(Con información de AFP y EuropaPress)