La guerra entre Rusia y Ucrania, próxima a cumplir dos años, ya no se encuentra en un punto de estancamiento. Ahora, tras el nuevo impulso de las tropas de Moscú en el frente, Kiev lucha por resistir y defender sus posiciones en el frente.
La retirada de las Fuerzas Armadas ucranianas de la ciudad de Avdiivka ante el asedio enemigo y la inferioridad en armamento y personal llevó a que el enemigo retome sus ofensivas “en diferentes sectores a lo largo de casi mil kilómetros del frente” y con más fuerza aún, señaló el ex secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates.
“Los rusos han recuperado el impulso. No es un impulso de ruptura pero existe la sensación de que ahora continuarán la ofensiva”, explicó y sumó que la falta de suministros de los aliados de Occidente tuvo un rol clave en este desenlace. “Por cada proyectil de artillería lanzado por los ucranianos, los rusos disparan diez”, advirtió.
Gracias a esta superioridad armamentística, según informó el Ministerio de Defensa ruso, los soldados tomaron la pequeña localidad de Pobeda, en Donetsk, y Vugledar, un bastión que llevaba meses resistiéndose a la ocupación. También, sumó la cartera, destruyeron “una lanzadera y una máquina de transporte y recarga de un sistema de misiles antiaéreos Patriot, de fabricación estadounidense”.
Sin embargo, esta información choca con las recientes declaraciones del presidente Volodimir Zelensky en las que desmintió los supuestos múltiples retrocesos en el frente, entre ellos su salida del margen izquierdo del río Dniéper.
“Avdiivka es la nueva línea de defensa”, señaló el mandatario en diálogo con la cadena Fox News, tras haber mantenido una reunión con el nuevo comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Oleksandr Sirski.
A la par, defendió su orden de retirada de la ciudad y explicó que se intentó limitar los daños “a un sólo lugar” para, por el contrario, poder mantener con firmeza las posiciones en el resto del frente. No se trata de una “nueva página” en esta guerra, dijo en un intento por minimizar aquel episodio, la segunda mayor victoria rusa desde la conquista de Bakhmut en mayo de 2023.
En ese sentido, recodó que en el marco de su contraofensiva, el Ejército desocupó la región nororiental de Kharkiv y desbloqueó el mar Negro para permitir que los barcos puedan exportar cereal. Parte de estas acciones incluyeron el hundimiento de “muchos buques rusos”, entre ellos uno de desembarco y una corbeta en las últimas semanas.
Todas estas afirmaciones, difundidas por el ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigú, y su cartera, son parte de una “operación de desinformación” que Vladimir Putin lanzó para debilitar su imagen en el conflicto, advirtió.
Ucrania aguarda los F-16
En medio del recrudecimiento de los conflictos, Zelensky conversó con Sirski sobre la llegada de los cazas F-16 de Occidente, planeados para la segunda mitad del año y clave en los combates que se desarrollen entonces. Precisamente, abordaron cuestiones como el número de aviones que incluirá el primer lote, las condiciones de entrega, el estado de las infraestructuras y la evolución de los pilotos, que están desde hace meses bajo entrenamiento en países aliados de Europa y Estados Unidos.
En ese sentido, el ministro de Defensa de Dinamarca, Troels Lund Poulsen, dijo recientemente que están trabajando contrarreloj para lograr que Kiev reciba este mismo verano la primera partida de aeronaves y destacó que una parte fundamental de este proyecto es la correcta instrucción de los pilotos y del personal de mantenimiento, a fin de garantizar la eficacia en su uso.
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, mencionó que Ucrania podrá utilizar estos aviones en ataques dirigidos a cualquier objetivo militar ruso, independientemente de donde se encuentre.
(Con información de EFE)