Aviones de combate israelíes efectuaron este lunes “varios bombardeos” contra la localidad de Ghaziyeh, en el sur del Líbano y a unos 60 kilómetros al norte de la frontera con Israel, en un ataque que también tuvo como objetivo un automóvil y dejó 14 heridos, de acuerdo a lo informado por la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN).
Según esta fuente, aviones de combate realizaron “varias incursiones” contra Ghaziyeh, a unos cinco kilómetros al sur de la localidad de Sidón, y contra la zona de Al Zahrani, cercana a ese municipio.
Asimismo, la ANN indicó que uno de esos bombardeos impactó contra “un automóvil” cerca de la carretera costera de Ghaziyeh, una de las principales vías del sur del Líbano que conectan con la capital del país, Beirut, y dejó al menos 14 heridos, la mayor parte de ellos trabajadores de nacionalidad siria y palestina.
La agencia concretó que varias ambulancias se desplazaron al lugar, mientras medios locales difundieron imágenes del impacto en las que se observa una gran explosión que sacudió las inmediaciones de la carretera y el cableado eléctrico de la zonas adyacentes.
Por su parte, el Ejército israelí aseguró que sus fuerzas aéreas atacaron dos instalaciones de almacenamiento de armas de Hezbollah cercanas a la ciudad de Sidón.
“El ataque fue en respuesta al lanzamiento de un aparato aéreo no tripulado hacia la Baja Galilea, en el norte de Israel”, dijo un portavoz militar. Según agregó, “una revisión del incidente sugiere que el aparato fue lanzado desde Líbano” por terroristas de Hezbollah.
La misma fuente añadió que aviones israelíes también atacaron en las últimas horas “infraestructura terrorista de Hezbollah en las zonas de Meiss El Jabal y Adisa en Líbano”, al tiempo que el grupo chií libanés anunció hoy el lanzamiento de tres ataques “con armas apropiadas” contra posiciones israelíes en las granjas ocupadas de Chebaa.
El Ministerio de Asuntos Exteriores libanés hizo un llamamiento a la comunidad internacional para “restablecer la estabilidad y la calma en el sur del Líbano” y “poner presión sobre Israel para detener sus provocaciones con las que intenta expandir el círculo de la guerra”, mientras la Administración de Ghaziyeh pidió a la ciudadanía no acercarse a las zonas objetivo ante un temor de “nuevos ataques israelíes”.
Desde el pasado 8 de octubre al día siguiente del estallido de la guerra de Gaza con Hamas, Israel y Hezbollah están enzarzados en un intenso intercambio de fuego fronterizo, pero habitualmente los bombardeos israelíes se limitan a áreas próximas a la divisoria común y no suelen apuntar tan al norte del Líbano.
Sin embargo, Israel sí efectuó ataques selectivos de profundidad en Líbano, como el que el pasado enero mató al número dos de Hamas, Saleh al Arouri, a las afueras de Beirut.
En este contexto, la frontera entre Israel y Líbano vive su mayor pico de tensión desde 2006 con un intenso intercambio de fuego durante más de cuatro meses que se ha cobrado la vida de al menos 287 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hezbollah, que ha confirmado unas 205 bajas, algunas de ellas en Siria.
En Israel han muerto 19 personas en la frontera norte (13 soldados y 6 civiles); mientras que en Líbano han fallecido unas 268 personas, incluyendo unos 32 integrantes de milicias palestinas, un soldado y 30 civiles -entre ellos nueve menores y tres periodistas-, además de los milicianos del grupo terrorista.
(Con información de EFE)