Funcionarios de la guardia costera china abordaron brevemente un barco taiwanés el lunes, dijo Taipéi, después de que Beijing anunciara que intensificaría las patrullas tras un incidente con un barco en el que murieron dos ciudadanos chinos.
El barco transportaba a cuatro ciudadanos chinos cuando volcó la semana pasada cerca de las islas Kinmen de Taiwán mientras era perseguido por la guardia costera taiwanesa.
Los cuatro a bordo fueron arrojados al agua y dos tripulantes murieron más tarde. Los dos rescatados fueron detenidos en Kinmen, un territorio administrado por Taiwán pero ubicado a sólo cinco kilómetros de la ciudad china de Xiamen.
Taiwán defendió sus acciones diciendo que el barco se encontraba en aguas prohibidas, mientras que China dijo que aumentaría las “operaciones de patrullaje policial” en la zona.
El lunes, la guardia costera de Taipéi anunció que dos barcos guardacostas chinos cerca de Kinmen se habían acercado a un crucero taiwanés.
“Seis oficiales de la guardia costera continental abordaron el barco. Después de inspeccionar el plan de viaje del barco, el certificado del barco, las licencias del capitán y de la tripulación y la firma del capitán, abandonaron el barco”, dijo en un comunicado.
La guardia costera de Taipéi envió personal que llegó poco después de que sus homólogos chinos abandonaran el crucero, que transportaba a 11 miembros de la tripulación y 23 pasajeros.
Ellos “acompañaron al barco hasta el puerto de Shuitou” en Kinmen, dijo la guardia costera, instando a China “a defender la paz y la racionalidad”.
El Consejo de Asuntos Continentales de Taiwán, que se ocupa de cuestiones relacionadas con Beijing, también anunció el lunes por la noche que se espera que las familias de los miembros de la tripulación chinos detenidos involucrados lleguen a Kinmen el martes.
La Straits Exchange Foundation, un organismo semioficial taiwanés que se encarga de asuntos técnicos y comerciales con China, dijo que los permisos fueron emitidos el lunes a las familias.
La fundación “también enviará personal a Kinmen para brindar atención humanitaria a los familiares que llegarán a Kinmen el 20 de febrero y ayudarlos a manejar las secuelas”, dijo.
El incidente del 14 de febrero se produjo en un contexto de intensas tensiones entre China y Taiwán, una isla autónoma que Beijing reclama como parte de su territorio.
Beijing nunca ha renunciado al uso de la fuerza para poner a Taiwán bajo su control y en los últimos años ha intensificado la retórica de la “unificación”.
Ha intensificado las presiones militares sobre Taiwán mediante el despliegue de aviones de combate y buques de guerra alrededor de la isla casi a diario.
Taiwán también celebró recientemente una elección presidencial en enero en la que ganó Lai Ching-te, del Partido Democrático Progresista, un candidato que Beijing considera “separatista”.
(Con información de AFP)