El ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Cameron, apuntó este sábado contra el presidente ruso Vladimir Putin por la muerte de su máximo opositor, Alexei Navalny, en prisión y planteó la necesidad de que haya “consecuencias”.
“Tras reflexionar durante la noche piensas en lo tremendamente valiente que era este hombre. Su vida ha revelado gran parte de la naturaleza del abominable régimen de Vladimir Putin y su muerte la ha revelado otra vez”, comenzó diciendo Cameron durante su participación en la Conferencia de Seguridad que se está desarrollando en Múnich.
Luego, hizo un llamado a que se tomen medidas contra el gobierno ruso por la muerte de Navalny. “Debe haber consecuencias. Cuando ocurren terribles atrocidades de Derechos Humanos como esta lo que hacemos es ver si hay personas concretas responsables y si hay medidas y acciones individuales que podamos adoptar”. Dijo, sin embargo, que no entraría en detalles “precipitados” ya que aún resta realizar una investigación minuciosa sobre el caso y sobre “cómo se ha tratado a esta persona”.
Añadió que, durante el encuentro con sus pares del G-7, los invitará a que adhieran a esta iniciativa y evalúen ellos también imponer nuevas sanciones sobre el Kremlin.
Por otro lado, informó que ya se había convocado al embajador de Moscú en el país para dejar “clara” su postura ante este “terrible acontecimiento”.
La víspera, el primer ministro Rishi Sunak se pronunció al respecto y lamentó “la terrible noticia” que llegaba desde Rusia.
“Es una noticia terrible. Alexei Navalny, el más acérrimo defensor de la democracia en Rusia, demostró su valentía increíble a lo largo de su vida. Mis pensamientos están con su esposa y con el pueblo de Rusia, para quienes esto es una enorme tragedia”, escribió el mandatario en un mensaje en redes sociales.
También, en una muestra de repudio a lo ocurrido y como homenaje hacia el difunto, decenas de personas se juntaron en la embajada de Rusia en Londres con carteles y al grito de consignas contra Putin.
En la mañana del sábado, la sede diplomática amaneció con una suerte de altar improvisado sobre su reja, con ramos de flores y fotos del activista.
Estas imágenes se replicaron en ciudades de todo el mundo como Roma, Barcelona, Múnich, Berlín, Lisboa y Nueva York, así como en la propia Rusia, en Moscú y San Petersburgo. Los rusos se concentraron en monumentos y plazas para rendir homenaje al difunto, aunque en estos sitios la Policía respondió violentamente y detuvo a por lo menos 400 personas en los últimos dos días.
Mientras el mundo sigue condenando la muerte de Navalny en condiciones poco claras, sus colaboradores y familiares exigen a las autoridades que les entreguen “de inmediato” el cuerpo para poder esclarecer las causas de su deceso.
Sus “asesinos” intentan cubrir sus rastros pero “Putin lo mató”, aseguró la portavoz del opositor, Kira Yarmysh. “Los funcionarios de prisiones informaron que el cuerpo de Navalny se encuentra en Salejard. Se lo llevaron los investigadores del Comité de Instrucción. Ahora están realizando exámenes”, sumó.
Inclusive, se conoció que su madre, Liudmila Naválnaya, voló esta mañana desde Moscú al distrito autónomo Yamalo-Nénets y, desde allí se desplazó hasta Jarp, para confrontar en persona a los oficiales de la cárcel IK-3.
(Con información de EFE y Europa Press)