Las calles de todo el mundo se llenaron de personas que salieron a protestar tras la muerte del activista ruso Alexei Navalny y a rendirle homenaje por su incansable lucha por la libertad y la democracia en el país.
La oposición a Vladimir Putin y sus atroces técnicas para perseguir y eliminar a los disidentes ya no se limitan a las fronteras de su territorio; por el contrario, en países de todos los continentes la gente ve cada vez con mayor preocupación el avasallamiento del orden y los derechos en el país y elevan su voz en reclamo.
Así, en las últimas horas, comenzaron a circular imágenes de Moscú, San Petersburgo, Barcelona, Múnich, Berlín, Nueva York y Londres, entre otras ciudades, en las que la gente mostraba su repudio a Putin y lo responsabilizaba de lo ocurrido más temprano.
“Asesino sangriento”, “Roma por Navalny”, “Nunca se rindan”, “Putin a La Haya” y “Putin asesino” son algunas de las consignas que se leían en los carteles de las personas, acompañados de imágenes del mandatario y dibujos de sangre. Lemas similares se oían entre la multitud a las afueras de consulados rusos en cada ciudad.
“Estoy aquí porque Rusia debe y puede ser un país democrático”, agregó otro ruso en Polonia que sólo quiso ser identificado como Denislan.
Las manifestaciones transcurrieron con gran tranquilidad en su mayoría, con excepción de aquellas en Moscú y San Petersburgo, donde el Kremlin ordenó aumentar la persecución y los operativos policiales.
La ONG OVD-Info informó que, a raíz de ello, una mujer que portaba un cartel con un mensaje opositor había sido detenida junto con la periodista del canal local RusNews Yulia Petrova mientras informaba en una transmisión en directo de la muerte del activista.
La Fiscalía rusa incluso lanzó una advertencia a toda la población en la que señalaba que organizar, convocar o participar en acciones de protesta “no autorizadas” constituye una “infracción administrativa según el artículo 20.2 del Código de Infracciones Administrativas de la Federación de Rusia y pueden dar lugar a sanciones que pueden llegar hasta el arresto administrativo”.
Homenajes a Navalny
Mientras un gran grupo salió a exigir justicia por la muerte del perseguido político, otros decidieron rendirle homenaje.
En Rusia, el Muro del Dolor -que conmemora a los perseguidos durante la era soviética- y la Piedra Solovetsky, en la Plaza Lubianka, -un monumento destinado a las víctimas de la represión- se llenaron de flores y fotos de Navalny.
También, muchos se mantuvieron con velas encendidas en las puertas de embajadas, la sede de la ONU y hasta estaciones de tren, donde montaron monumentos improvisados. “Incluso en prisión pudo encontrar fuerza y dársela a quienes resisten”, lo recordó uno de los presentes mientras otro lo describió como “un héroe”.
Las autoridades rusas informaron este viernes de la muerte del opositor en la cárcel de máxima seguridad en el Círculo Polar Ártico en la que cumplía su condena de cerca de 30 años, por extremismo y fraude. Hasta el momento, se desconocen datos oficiales de las causas de su fallecimiento; simplemente se sabe lo que comunicaron las autoridades momentos más tarde del suceso: “Se sintió mal después de un paseo. Se le practicaron los necesarios procedimientos de reanimación pero no dieron ningún resultado”.
Sin embargo, el mundo no tardó en cargar contra Putin por este hecho, mientras desde el Kremlin se distanciaron de las acusaciones y aseguraron que son “los médicos” los que “tienen que aclarar” lo ocurrido.
(Con información de AFP y Europa Press)