Este jueves se dio a conocer la noticia de que el líder opositor ruso, Alexéi Navalny, murió de manera repentina en la prisión ártica en la que se encontraba desde diciembre pasado, según informaron los servicios penitenciarios de Rusia.
Navalny se encontraba la prisión en la penitenciaría IK-3 en la localidad de Jarp, en el distrito autónomo de Yamalo-Nénetsm, cerca de la cordillera de los Urales, en el círculo polar Ártico.
La cárcel de Yamalo-Nenets, ubicada en el norte de Rusia, es conocida por ser una de las instituciones penitenciarias más severas del país. Yamalo-Nenets es una región autónoma en el Distrito Federal de los Urales, caracterizada por su clima extremadamente frío y su aislamiento geográfico.
Esta prisión está diseñada para albergar a reclusos que han sido condenados por delitos graves, incluidos asesinato, violencia, robo y otros crímenes violentos. La institución está rodeada por un perímetro de seguridad sólido y vigilado, con vallas y torres de vigilancia para prevenir intentos de fuga.
En términos de infraestructura, la cárcel de Yamalo-Nenets consta de varios edificios y bloques de celdas, separados por categorías de prisioneros y niveles de seguridad. Las condiciones dentro de la prisión suelen ser duras, con celdas pequeñas y poco espacio personal. Los reclusos pasan la mayor parte del día dentro de sus celdas, con acceso limitado a actividades recreativas o educativas.
El clima extremadamente frío de la región también representa un desafío adicional para los prisioneros, ya que las temperaturas pueden descender significativamente por debajo de cero durante gran parte del año. Esto puede hacer que el tiempo al aire libre sea difícil y peligroso, especialmente para aquellos que no están adecuadamente abrigados.
Además, la cárcel de Yamalo-Nenets ha sido objeto de denuncias de abusos y maltratos por parte de los guardias y personal penitenciario. Se han documentado casos de violencia física, negligencia médica y condiciones inhumanas de detención.
La penitenciaría IK-3 es una de las cárceles más severas del país. La instalación se encuentra en un área remota y está rodeada por un perímetro de seguridad robusto para prevenir intentos de fuga. El acceso está restringido y controlado por personal de seguridad altamente entrenado.
Navalny estuvo varias semanas desparecido desde el 5 de diciembre, hasta que finalmente su abogo confirmó que había sido trasladado a esa cárcel.
“¡Hemos encontrado a Alexei Navalny! Se encuentra en la penitenciaría IK-3 en la localidad de Jarp, en el distrito autónomo de Yamalo-Nénets. ”, escribió Kira Yarmish, portavoz del opositor el 25 de diciembre del año pasado.
La localidad de Jarp, que tiene unos 6.000 habitantes, se encuentra a casi 2.000 kilómetros de Moscú o unas 45 horas en tren desde la capital rusa.
Jarp está a menos de 50 kilómetros de Salejard, la capital administrativa de este territorio que tiene una superficie mayor que la de Francia, pero que está poblado por solo medio millón de habitantes.
Según uno de sus colaboradores en el exilio, Iván Zhdánov, la cárcel lleva el nombre de “Lobo polar” y es considerada una de las prisiones más lejanas de la civilización de toda Rusia.
Tras la aparición del líder opositor en diciembre los servicios penitenciarios rusos (FSIN) admitieron que Navalny había sido trasladado desde la cárcel donde cumplía condena en la región de Vladímir, pero no precisaron su nuevo destino.
El FSIN explicó que el opositor abandonó la prisión “en virtud del fallo dictado por el Tribunal Urbano de Moscú el 4 de agosto” pasado, que incluía una nueva pena de 19 años por extremismo.
Luego de su aparición Navalny afirmó que se encontraba bien tras un traslado “bastante agotador” de 20 días desde una prisión cerca de Moscú a una colonia penal más allá del Círculo Polar Ártico.
“No se preocupen por mí. Estoy bien. Estoy totalmente aliviado de haberlo conseguido (llegar) por fin”, escribió Navalny en X. “Sigo de buen humor, como corresponde a un Papá Noel”, en referencia a su ropa y barba de invierno.
Alexei Navalny murió este viernes de manera repentina en la prisión ártica, según informó el servicio penitenciario de la región de Yamalo-Nenets, donde cumplía condena.
“Se le practicaron los necesarios procedimientos de reanimación, que no dieron ningún resultado. Los médicos de urgencias constataron la muerte del condenado. Se están estableciendo las causas del fallecimiento”, señaló el comunicado oficial sobre el deceso de Navalny, de 47 años; al tiempo que acotó: “El 16 de febrero de 2024, en el centro penitenciario N°3, el prisionero Navalny A.A. se sintió mal después de un paseo”.
El opositor purgaba una pena de 19 años de cárcel por “extremismo”.
En tanto, el Kremlin dijo que no tiene información sobre las causas de la muerte de Navalny. Así lo anunció el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, minutos después de conocerse la noticia.
“Los médicos tienen que aclararlo”, expresó el vocero, citado por la agencia TASS, después de que los servicios penitenciarios confirmaran la muerte del político. También sostuvo que el presidente, Vladimir Putin, ya “fue informado”.