El Ejército surcoreano informó este miércoles que el régimen de Corea del Norte disparó varios misiles de crucero no identificados desde su costa oriental hacia el mar, en lo que supone su quinta prueba de este tipo en lo que va de año.
Los misiles de crucero tienden a ser de propulsión a chorro y vuelan a una altitud más baja que los misiles balísticos más sofisticados, lo que los hace más difíciles de detectar e interceptar.
Según el comunicado del Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano, los proyectiles fueron lanzados alrededor de las 9:00 hora local (00:00 GMT) desde la zona de Wonsan, en dirección al noreste.
El JCS indicó que “las autoridades de inteligencia de Corea del Sur y Estados Unidos están realizando un análisis detallado” del lanzamiento.
“Estamos cooperando estrechamente con EEUU y fortaleciendo la vigilancia y el monitoreo de las actividades adicionales de Corea del Norte”, agregó el ejército.
Con esta prueba, la dictadura de Kim Jong-un continúa elevando la tensión en la península de Corea, donde ha realizado diversas pruebas armamentísticas este 2024, entre ellas, el lanzamiento de misiles de crucero desde plataformas terrestres y marítimas, o el disparo de artillería en aguas próximas a la línea de demarcación marítima intercoreana.
Corea del Norte también ha anunciado que está desarrollando nuevas armas para su arsenal, lo que ha llevado a Seúl y a sus aliados a aumentar la vigilancia sobre el país.
Seúl y Washington también han acusado al dictador norcoreano de suministrar armas a Rusia a cambio de apoyo técnico para su programa satelital, lo que violaría una serie de sanciones de la ONU.
“Se cree que Corea del Norte exportó grandes cantidades de lanzacohetes múltiples a Rusia el año pasado”, dijo Ahn Chan-il, investigador que dirige el Instituto Mundial de Estudios sobre Corea del Norte.
Corea del Norte lanzó un ataque de artillería en enero cerca de dos islas surcoreanas en la frontera, lo que desencadenó una respuesta de fuego del Sur y la evacuación de los habitantes.
El líder surcoreano Yoon Suk Yeol ha jurado responder con firmeza si Pyongyang lanza otro ataque, y ha ordenado a su ejército que “actúe primero, reporte después” en caso de provocación.
Yoon ha reforzado la alianza de defensa con Estados Unidos y Japón desde que llegó al poder en 2022, e incluido más ejercicios militares conjuntos, para hacer frente a las amenazas crecientes de Kim Jong-un.
Cheong Seong-chang, director del Centro de Estrategia para la Península Coreana en el Instituto Sejong, escribió que el Norte podría intensificar sus acciones hostiles para sacar provecho del impasse político estadounidense, con unas elecciones presidenciales en Estados Unidos más tarde este año.
Corea del Norte podría “atacar las islas Baengnyeong, Daecheong y Socheong, confiando en su progreso en las capacidades nucleares y de misiles”, escribió.
El dictador norcoreano Kim Jong-un no cesa en sus amenazas contra Occidente y su vecino en el sur. Durante una visita al Ministerio de Defensa, Kim insistió en la importancia de cortar cuanto antes las relaciones con Seúl y hasta de asumir una postura más agresiva que “garantice la legalidad de atacar y destruir (a Corea del Sur) cuando sea provocado”.
La rivalidad entre los países data de hace décadas y, a pesar de pequeños avances que se fueron logrando a través de los años, en el último tiempo las amenazas y roces se intensificaron. Inclusive, semanas atrás, el propio líder norcoreano ordenó a su Parlamento abandonar por completo el objetivo de la unificación y, por el contrario, los instó a reescribir la Constitución para declarar a Seúl su adversario extranjero más hostil.
(Con información de EFE y Europa Press)