La policía india utilizó gases lacrimógenos y detuvo a varios agricultores que se enfrentaron con las fuerzas de seguridad y trataron de rebasar las barricadas que frenaban su avance hacia la capital, Nueva Delhi, para renovar su exigencia de precios garantizados para sus cultivos en una repetición de las protestas de 2021, cuando acamparon a las afueras de la ciudad durante más de un año.
La policía arrojó granadas de gas lacrimógeno contra la protesta desde un dron en uno de los puntos fronterizos del estado norteño de Haryana que llevan a Nueva Delhi, hacia donde se dirigen decenas miles de agricultores en tractores y camiones.
La policía selló múltiples puntos de entrada a Nueva Delhi con barreras de alambre de espino, pinchos y bloques de concreto. En la ciudad se prohibieron las concentraciones multitudinarias y se suspendió el acceso a internet en algunos distritos de Haryana.
Las renovadas protestas se producen más de dos años después de que el primer ministro, Narendra Modi, retirase las polémicas leyes agrarias que habían desencadenado las movilizaciones en las que decenas de miles de agricultores se atrincheraron en las inmediaciones de la capital durante un duro invierno y un devastador brote de COVID-19.
Los agricultores, que comenzaron su marcha desde los estados de Haryana y Punjab, en el norte, piden un precio de apoyo mínimo garantizado para todos sus productos. El gobierno protege a los productores agrícolas contra cualquier caída brusca de los precios con un precio mínimo de compra para determinados cultivos básicos al inicio de la temporada de siembra, teniendo en cuenta el costo de producción.
Los agricultores presionan además al gobierno para que cumpla su promesa de duplicar sus ingresos.
La retirada de las leyes agrícolas en noviembre de 2021 fue considerada como un importante paso atrás del gobierno de Modi. En aquel momento, el ejecutivo dijo que formaría un comité de agricultores y funcionarios para encontrar vías para garantizar precios de apoyo para todos los productos agrícolas. En las múltiples reuniones celebradas desde entonces no se han logrado avances.
La marcha se produce meses antes de las elecciones generales del país, en la que Modi es favorito para lograr un tercer mandato.
Las protestas podrían suponer un importante desafío para Modi y su partido gobernante, Bharatiya Janata, ya que los agricultores forman el bloque electoral más influyente del país y los políticos consideran que es imprudente enemistarse con ellos. En Harayana y Punjab, donde los agricultores forman una mayoría considerable, hay mucho en juego: los dos estados mandan 23 legisladores a la cámara baja del parlamento nacional.
“No queremos romper ninguna barricada. Queremos resolver nuestros problemas a través del diálogo. Pero si ellos (el gobierno) no hacen nada, ¿qué haremos nosotros? Es nuestra obligación”, dijo Sarwan Singh Pandher, líder de una de las asociaciones de agricultores, a reporteros el martes.
Pandher apuntó que el diálogo del lunes entre los líderes agrícolas y los ministros del gobierno no alcanzó un consenso en sus principales demandas y que el ejecutivo se negó a tomar una decisión.
Algunos agricultores y sindicatos han anunciado una huelga rural en todo el país para el viernes.