Ucrania es actualmente el país con más minas y restos de explosivos sin detonar del mundo, con un tercio de su superficie afectada, lo que equivale a siete veces Suiza. Para ayudar en la titánica tarea de sanear esas tierras, la Unión Europea ha hecho entrega esta semana de una potente máquina de fabricación croata.
La entrega de la desminadora a las autoridades de la ciudad de Dnipró, en el centro-oeste del país, no lejos de la línea del frente de combate, coincidió con la visita del alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, a Ucrania.
“Los problemas de las minas o de los restos de explosivos que no han detonado son de los mayores que tiene Ucrania y, en particular, uno de los mayores que tendrá cuando tenga que reconstruir y restablecer el país”, dijo a EFE el jefe del Servicio de Instrumentos de Política Exterior (FPI), Peter Wagner, quien encabezó la delegación europea que se desplazó a Dnipró para hacer la entrega.
Esta desminadora es la tercera máquina MV-10, cuyo sistema robótico de gran potencia y resistencia ha sido probado sobre el terreno, que la UE entrega a Ucrania, y que completará con una cuarta la próxima primavera, cuando con el deshielo podrá empezar su labor a pleno rendimiento.
En lo que podría parecer un híbrido entre un carro de combate y una cosechadora, la máquina de casi 21.000 kilos de peso y de un coste aproximado de un millón de euros, viene con piezas de recambio y con formación para instruir en su uso con mando a distancia.
Es capaz de limpiar hasta 4.000 metros cuadrados a la hora y está previsto que empiece su tarea en el sur del país, alrededor de la ciudad de Kherson.
Rusia ha plantado una ingente cantidad de minas en los territorios ucranianos que ha ocupado. Según estimaciones oficiales, se han minado hasta 174.000 kilómetros cuadrados, principalmente en el este y el sur de Ucrania.
Se estima que, una vez finalizado el conflicto, podrían ser necesarios decenios para desminar todo el territorio de Ucrania, un país con 603.628 km², unos 100.000 más que España.
“Nunca hemos tenido un problema de minas tan grande desde la Segunda Guerra Mundial, ni en Camboya ni en Bosnia. Es verdaderamente el más grave desde la Segunda Guerra Mundial”, aseguró Wagner, cuyo departamento se encuentra dentro del Servicio Europeo de Asuntos Exteriores (SEAE), que dirige Borrell.
Según la inteligencia ucraniana, Rusia ha minado especialmente zonas con infraestructuras críticas, como la central nuclear de Zaporizhzhia, la más grande de Europa y situada a menos de cien kilómetros de Dnipró.
Según datos del Gobierno ucraniano, al menos 250 civiles han muerto y más de 500 han sufrido heridas o mutilaciones como consecuencia de la explosión de minas u otros tipos de artefactos.
El material de limpieza entregado por la UE será utilizado para la remoción de minas tanto “en las ciudades como en el campo”, según Wagner.
Máquinas, robots, drones y perros
Además de facilitar a Ucrania equipamiento para el desminado, desde potentes máquinas, vehículos, robots, drones, hasta un centenar de trajes especiales protectores, la UE también financia operaciones en el país de agencias internacionales antiminas.
Además, está comprometida a apoyar a los ucranianos en el desarrollo de capacidades dentro de la agencia que han creado para acometer este inmenso reto en un país de grandes superficies dedicadas a la agricultura y con muchas zonas de marismas.
La Unión Europea en su conjunto destinó hasta agosto pasado más de 114 millones de euros para el desminado en Ucrania.
(Con información de EFE)