El secretario estadounidense de Estado, Antony Blinken, inicia el lunes una nueva gira por Oriente Medio en busca de una tregua en la guerra entre Israel y Hamas, que mantienen intensos combates en el sur de la Franja de Gaza.
En su quinta gira a la región desde el inicio de la guerra el 7 de octubre, Blinken deberá visitar Arabia Saudita, Israel, Egipto y Qatar.
Antes de viajar destacó la necesidad de “abordar urgentemente las necesidades humanitarias de Gaza”, donde grupos de ayuda han alertado sobre el devastador impacto de los cinco meses de guerra sobre el territorio asediado.
“La situación es indescriptible”, expresó Said Hamouda, un palestino que huyó de su casa en la Franja de Gaza a la ciudad sureña de Rafah, fronteriza con Egipto.
Rafah, calificada por la ONU como una “olla de presión de desesperación”, tiene actualmente más de la mitad de sus 2,4 millones de habitantes desplazados por los ataques israelíes.
Israel bombardeó el fin de semana la ciudad fronteriza como parte de su campaña por eliminar a Hamas.
El Ministerio de Salud de Gaza, bajo control de Hamas, afirmó que al menos 128 personas murieron entre domingo y lunes en los bombardeos israelíes contra el territorio.
La oficina de prensa del gobierno de Hamas aseguró que fue atacado un jardín infantil de Rafah donde se albergaban familias.
La noche del domingo, las fuerzas israelíes bombardearon Khan Younis, principal ciudad del sur de Gaza, donde según Israel se ocultan altos cargos de Hamas y donde habrían preparado los ataques del 7 de octubre.
Sin acuerdo
Blinken tiene previsto discutir una propuesta de tregua formulada en enero por autoridades de Estados Unidos, Israel, Egipto y Qatar, reunidas en París.
La gestión diplomática se ha vuelto más urgente ante el repunte de ataques de grupos apoyados por Irán en solidaridad con Hamas, provocando contraataques estadounidenses.
La tregua propuesta pausaría los combates por seis semanas inicialmente para que Hamas libere rehenes a cambio de prisioneros palestinos, según una fuente de Hamas.
El grupo palestino indicó que aún no existe un acuerdo y algunas autoridades israelíes se han opuesto a hacer cualquier concesión.
La guerra fue iniciada por los ataques de Hamas del 7 de octubre contra Israel, que dejaron unos 1.160 muertos, en su mayoría civiles, según un balance de AFP basado en cifras oficiales.
Hamas también tomó unos 250 rehenes y, según Israel, 132 permanecen en Gaza, incluyendo al menos 27 que habrían muerto.
Israel prometió eliminar a Hamas y lanzó una ofensiva militar masiva que ha matado al menos 27.365 personas en Gaza, en su mayoría mujeres y niños, según el Ministerio de Salud del territorio.
Los gazatíes enfrentan condiciones humanitarias extremas, y la agencia de la ONU para refugiados palestinos, UNRWA, dijo en la red social X que “el acceso al agua potable y el saneamiento es muy limitado en medio del bombardeo incesante”.
La UNRWA misma enfrenta una polémica tras acusaciones de que 12 de sus empleados participaron en los ataques del 7 de octubre.
Numerosos países, incluido Estados Unidos, suspendieron el financiamiento para la UNRWA tras la denuncia.
Pero el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, advirtió el domingo que cortar la ayuda a la UNRWA amenaza la existencia de una agencia que aporta “ayuda vital a más de 1,1 millones de personas en Gaza enfrentadas al hambre catastrófica y las enfermedades”.
Antes de trasladarse a la región, Blinken adelantó que la situación humanitaria sería uno de sus focos.
“Abordar urgentemente las necesidades humanitarias de Gaza y promover la estabilidad en Oriente Medio son prioridades que compartimos con Arabia Saudita”, dijo Blinken tras hablar con el ministro saudita de Relaciones Exteriores, Faisal bin Farhan.
Antes de la guerra, Arabia Saudita estudiaba establecer relaciones con Israel.
Blinken afirmó en enero, después de reunirse con el príncipe heredero Mohamed Bin Salmán, que aún veía un “claro interés” saudita en buscar la normalización con Israel.
Enojo por rehenes
En tanto, el ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, declaró al diario Wall Street Journal que Washington no ha mostrado suficiente apoyo a su país.
“En lugar de dar su respaldo total, (el presidente estadounidense, Joe Biden) está ocupado dando ayuda humanitaria y combustible (a Gaza), que va para Hamas”, afirmó en un artículo publicado el domingo.
Hizo el reclamo luego de que Washington impusiera sanciones contra cuatro colonos por la creciente violencia contra civiles palestinos en Cisjordania ocupada.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, también enfrenta el enojo de la población por la situación de los rehenes.
Cientos de personas marcharon el sábado en Tel Aviv para exigir elecciones adelantadas.
Al día siguiente se efectuó una manifestación en Londres sobre la situación de las mujeres y niñas retenidas por Hamas.
Según la vicealcaldesa de Jerusalén, Fleur Hassan-Nahoum, entre 17 y 20 mujeres y niñas permanecen como rehenes.
“Solo sabemos que cada día que permanecen en cautiverio, su condición empeora y hay menos posibilidades de que salgan”, advirtió.
(AFP)