El domingo se abrieron los colegios electorales en París para un referéndum sobre la triplicación de los costos de estacionamiento de los vehículos todoterreno, una campaña que ha levantado en armas a los grupos de conductores contra el ayuntamiento.
Alrededor de 1,3 millones de parisinos pueden votar sobre el cambio, que supondría que los coches de 1,6 toneladas o más tendrían que pagar 18 euros (19,50 dólares) por hora de estacionamiento en las zonas céntricas, o 12 euros en las zonas más alejadas.
Los coches totalmente eléctricos tendrían que superar las dos toneladas para verse afectados, mientras que las personas que viven o trabajan en París, los taxistas, los comerciantes, los trabajadores de la salud y las personas con discapacidad estarían exentos.
“Cuanto más grandes son, más contaminan”, dijo en diciembre la alcaldesa socialista de París, Anne Hidalgo, para justificar la medida.
Bajo su mandato, la ciudad ha peatonalizado muchas calles, incluidas las orillas del río Sena, y ha construido una red de carriles bici en un esfuerzo por desincentivar la conducción y reducir las emisiones nocivas del transporte.
La organización ecologista WWF ha calificado de “aberración” a los SUV, afirmando que consumen un 15% más de combustible que un coupé clásico y cuestan más de construir y comprar.
El Ayuntamiento también ha señalado los problemas de seguridad que plantean los SUV, más altos y pesados, ya que, en caso de accidente, son “el doble de mortales para los peatones que un coche normal”.
También se señala a estos vehículos por ocupar más espacio público que otros, tanto en la carretera como estacionados.
Según las autoridades parisinas, el coche medio ha engordado 250 kilos desde 1990.
Hidalgo, cuya ciudad acogerá este verano los Juegos Olímpicos de 2024, rara vez pierde la ocasión de presumir de las credenciales medioambientales del ayuntamiento y de su empeño por reducir drásticamente el uso del coche en el centro.
35 millones de euros al año
Yves Carra, del Mobilite Club France, afirma que la clasificación “SUV” es “un término de marketing” que “no significa nada”.
Según Carra, los SUV compactos no se verán afectados por las medidas, que sí afectarán a los coupés familiares y a los coches familiares.
Para la oposición conservadora del ayuntamiento de París, la imprecisión del referéndum “demuestra el grado de manipulación del gobierno municipal”.
Incluso entre los coches de combustión, “un todoterreno nuevo y moderno... no contamina más, o incluso contamina menos, que un pequeño vehículo diésel fabricado antes de 2011″, afirma la agrupación de 40 millones de conductores.
Maud Gatel, diputada del partido centrista MoDem, afirmó que “si realmente se tratara de limitar la contaminación, habría que distinguir entre vehículos de combustión interna e híbridos o eléctricos”.
La amplia gama de exenciones dejaría a casi el 27% de los todoterrenos de París sin verse afectados por el aumento de las tarifas de aparcamiento, añadió, citando cifras de la empresa de investigación AAA Data.
Según David Belliard, responsable de Transportes del partido de Los Verdes de Hidalgo, el 10% de los vehículos de París se verían afectados por el aumento de las tasas de estacionamiento, que podría suponer una recaudación de hasta 35 millones de euros al año.
El alcalde de Lyon, del partido de Los Verdes, tiene previsto aplicar a partir de junio una tasa de estacionamiento de tres niveles, tanto para residentes como para visitantes.
El último referéndum municipal en París, sobre la prohibición de los patinetes de alquiler en las calles de la capital, se aprobó en abril de 2023, pero sólo obtuvo una participación del 7%.
(Con información de AFP)