Los ministros de Exteriores de Arabia Saudita y de Irán, Faisal bin Farhan y Hosein Amir Abdolahian, abordaron este miércoles las repercusiones de la guerra en la Franja de Gaza, en medio de la escalada de tensión en Medio Oriente marcada por la muerte de tres soldados estadounidenses en un ataque en la frontera entre Siria y Jordania.
Según un comunicado de Exteriores saudita, ambos cancilleres debatieron en una llamada telefónica “las relaciones bilaterales y los campos de cooperación, así como los últimos desarrollos en la Franja de Gaza y sus repercusiones humanitarias y a nivel de seguridad”, sin aportar más detalles.
La conversación se produjo en medio de las acusaciones de Washington -estrecho aliado de Riad- contra Irán, de financiar y armar a las milicias proiraníes de Irak, que el pasado domingo 28 de enero se atribuyeron la autoría del ataque con dron que mató a tres soldados norteamericanos en la frontera entre Siria y Jordania.
Washington responsabilizó en última instancia a Irán y prometió una dura respuesta contra esos grupos, mientras que el martes la poderosa milicia iraquí Kataib Hezbollah anunció la suspensión de sus operaciones militares contra objetivos de Estados Unidos en Irak y en Siria, que en los últimos meses han sido blanco de más de 150 ataques.
Por su parte, el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria de Irán, general Hosein Salami, afirmó este miércoles que su país no dejará ninguna amenaza de Estados Unidos sin respuesta, aunque aclaró que no busca una guerra. “Hemos escuchado amenazas de altos cargos estadounidenses. Les decimos que ninguna amenaza quedará sin respuesta”, dijo Salami en un acto en Teherán de conmemoración de las víctimas de la guerra entre Irán e Irak de los años 80.
El líder de la fuerza militar de élite afirmó que no busca una guerra, pero aseguró que Irán se defenderá si es necesario. “No buscamos una guerra, pero no la tememos. Nos defendemos y defendemos nuestra gloria”, afirmó.
Irán se ha desmarcado del ataque del domingo, asegurando que las milicias regionales que atacan intereses estadounidenses no reciben órdenes de Teherán y ha apelado a la política para solucionar la crisis en Oriente Medio provocada por la guerra en Gaza.
Teherán lidera el llamado Eje de la Resistencia, una alianza informal formada por organizaciones militantes como Hezbollah, los rebeldes hutíes del Yemen, el movimiento islamista Hamas, la Yihad Islámica y las milicias en Irak, entre otros grupos. Si bien Teherán admite sus vínculos con esos grupos, niega rotundamente que actúen bajo sus órdenes y asegura que toman decisiones por su cuenta.
(Con información de EFE)