Francia y Alemania anunciaron hoy que no proporcionarán más fondos para la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA, siglas en inglés), el principal organismo que presta ayuda en Gaza, después de que varios de sus empleados fueran acusados de participar en el ataque de Hamas a Israel que desencadenó la guerra hace cuatro meses.
“Francia no tiene previsto de momento una nueva contribución durante el primer semestre de 2024 y, en el momento dado, lo decidirá en asociación con la ONU y los principales donantes, siempre que se den todas las exigencias de transparencia y seguridad”, señaló el Ministerio de Exteriores, en un comunicado.
El Gobierno galo recordó que la contribución francesa en 2023 a la UNRWA se elevó considerablemente, hasta un total de 60 millones de euros, “teniendo en cuenta la situación catastrófica de Gaza” desde que Israel contraatacó en la Franja con una masiva operación militar.
París se une así a lo decidido por el Ejecutivo alemán y de otros países, que tampoco proporcionarán nuevos fondos a la UNRWA mientras dure la investigación sobre la presunta implicación de algunos de sus empleados en las acciones terroristas de Hamas contra Israel el pasado 7 de octubre.
El Ministerio de Exteriores y del Ministerio de Cooperación Económica alemán reconoció en un comunicado la vital importancia del trabajo de UNRWA para la población palestina y agregó que es completamente acertado que el comisionado general de la de la UNRWA, Philippe Larrazini, haya tomado medidas inmediatas después de que se conocieron las acusaciones contra sus trabajadores.
También se señaló que Alemania ha continuado con la ayuda humanitaria a través de otras organizaciones y recordó que recientemente aprobó 7 millones de euros adicionales para UNICEF y la Cruz Roja.
Israel asegura que una docena de trabajadores de la UNRWA participó en el ataque que Hamas perpetró el 7 de octubre, que incluyó el lanzamiento de miles de cohetes y la infiltración simultánea de milicianos que masacraron a unas 1.200 personas y secuestraron a otras 250 en poblaciones israelíes cercanas a la Franja de Gaza.
“Llevamos años advirtiendo: la UNRWA perpetúa la cuestión de los refugiados, obstruye la paz y sirve como brazo civil de Hamás en Gaza”, dijo el ministro israelí de Exteriores, Israel Katz,, al subrayar que trabajará personalmente para promover una política que garantice que la UNRWA no sea parte del funcionamiento en la Franja una vez concluida la guerra.
Por otra parte, el domingo el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, pidió a los países que sigan financiando a la principal agencia, ya que, advirtió, se vería obligada a reducir la ayuda a más de dos millones de palestinos a partir de febrero. El enclave costero está inmerso en una grave crisis humanitaria en la que un cuarto de la población está en riesgo de hambruna.
“Los despreciables actos de estos empleados deben tener consecuencias”, dijo Guterres en un comunicado.
“Pero las decenas de miles de hombres y mujeres que trabajan para UNRWA, muchos en las situaciones más peligrosas para los trabajadores humanitarios, no deben verse penalizados. Las enormes necesidades de las poblaciones desesperadas a las que sirven deben cubrirse”, agregó.
Guterres señaló que de los 12 empleados acusados de participar en el ataque, nueve han sido despedidos de inmediato, se había confirmado la muerte de otro y “la identidad de los otros dos se está aclarando”. Señaló que todos asumirían responsabilidades, lo que incluía procesos penales.
UNRWA tiene 13.000 empleados en Gaza, casi todos palestinos. Ofrece servicios básicos como atención médica y educación, para familias palestinas que huyeron o fueron expulsadas de lo que ahora es Israel durante la guerra de 1948 en torno a su creación, una mayoría de la población de Gaza. La agencia ha ampliado sus operaciones durante la guerra y dirige refugios que acogen a cientos de miles de personas recién desplazadas.
Más de 2 millones de los 2,3 millones de personas del territorio dependen de ello para su “mera supervivencia”, lo que incluye comida y cobijo, según su director Lazzarini , que dijo que su estructura “puede colapsar en cualquier momento”.
Estados Unidos, que es el principal donante de la agencia, suspendió de inmediato el financiamiento durante el fin de semana, y se vio seguido por otros países, como Reino Unido, Alemania e Italia.
Más de 26.000 personas han muerto en la guerra entre Israel y Hamas, según autoridades locales de salud. La violencia ha destruido amplias zonas de la Franja de Gaza y desplazado casi al 85% de la población del territorio. El ataque de Hamas en el sur de Israel dejó unos 1.200 muertos, la mayoría civiles, y los milicianos capturaron a unos 250 rehenes.
(Con información de AFP, EFE y AP)