Funcionarios israelíes negaron el miércoles las informaciones según las cuales las negociaciones con Hamas sobre un posible acuerdo de liberación de rehenes estaban avanzando, y acusaron al grupo terrorista de atrincherarse en sus posiciones y bloquear cualquier posible compromiso.
Funcionarios diplomáticos anónimos citados por varios medios de comunicación hebreos afirmaron que cualquier noticia de avances en las conversaciones es “falsa” y que, en realidad, las diferencias entre las partes son cada vez mayores.
“Los informes sobre un acuerdo de principio para un alto el fuego no son correctos. Las diferencias son muy grandes y no hay avances en las conversaciones”, declaró un funcionario israelí al sitio de noticias Ynet. “Es muy complicado. Hamas endurece constantemente su posición”.
Todos los principales medios de comunicación en lengua hebrea publicaron comentarios similares, lo que indica que probablemente llevaban el imprimatur del gobierno.
Varios informes aparecidos en medios de comunicación internacionales en los últimos días indicaron que Israel y el grupo terrorista estaban avanzando hacia un acuerdo que permitiría liberar a algunos de los cautivos retenidos en Gaza mientras Israel detiene su campaña militar durante varias semanas o más.
Según un informe de Reuters del martes que citaba a tres fuentes, Israel y Hamas habían acordado en términos generales que un alto el fuego de un mes de duración podría suponer el intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos. En las últimas semanas, mediadores estadounidenses y qataríes habrían acercado posturas entre ambas partes para acordar un proceso de 30 días, que incluiría la liberación de todos los rehenes, la entrada de más ayuda en Gaza y la liberación de prisioneros palestinos, según informaron el Wall Street Journal y The Washington Post en otros informes recientes sobre los avances en las negociaciones.
Rechazo del gobierno
Los rumores sobre un nuevo acuerdo hicieron que varios políticos de derechas de alto rango salieran a expresar su disconformidad con la posibilidad de que las Fuerzas de Defensa de Israel depusieran las armas.
El gobierno de Israel ha prometido seguir luchando hasta que Hamas sea completamente desmantelada y sus rehenes liberados, tras el ataque del 7 de octubre en el que miles de terroristas dirigidos por Hamas asaltaron comunidades del sur de Israel, masacrando a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestrando a otras 253.
El primer ministro Benjamin Netanyahu, tuiteó el miércoles por la mañana un vídeo de su reunión con soldados de las FDI un día antes, escribiendo: “La única opción es la victoria completa”.
El ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, tuiteó el miércoles por la mañana que estaba “a favor de traer a casa a los rehenes, [pero] en contra de un mal acuerdo”.
Su colega de línea dura Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas, emitió una declaración pidiendo la convocatoria del gabinete de seguridad, escribiendo que “detener la guerra en esta delicada etapa podría poner en peligro toda la operación... hay grandes y peligrosos signos de interrogación sobre un acuerdo como este.”
Sin embargo, el gobierno se ha visto sometido a una presión cada vez mayor para alcanzar un acuerdo para la liberación de los aproximadamente 130 rehenes y cadáveres de los asesinados que aún permanecen en manos del grupo terrorista.