Un ataque en el centro de Gaza mató a 21 soldados israelíes, dijo el Ejército este martes, en el incidente más letales para las tropas en los tres meses de guerra contra el grupo insurgente Hamas.
Los reservistas estaban preparando cargas explosivas para demoler dos edificios en el centro de Gaza el lunes cuando un insurgente disparó una granada propulsada por cohete contra un tanque cercano, explicó el vocero del Ejército, el contraalmirante Daniel Hagari. La explosión activó las cargas de forma prematura y las dos estructuras de dos plantas se derrumbaron con los soldados dentro.
La elevada cifra de fallecidos en el incidente del lunes podría dar un nuevo impulso a los llamados a que Israel interrumpa, o incluso termine, su ofensiva. En el pasado, un gran número de muertos israelíes llevó al gobierno para suspender otras campañas militares.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha prometido seguir adelante con la ofensiva hasta que Israel aplaste a Hamas y libere a los más de 100 rehenes que siguen cautivos en el enclave palestino. La población israelí está cada vez más dividida ante la posibilidad de conseguir esos objetivos.
Familiares de los rehenes y muchos de sus partidarios han pedido a las autoridades que alcancen un alto el fuego, alegando que se acaba el tiempo para que regresen a casa con vida. El lunes, docenas de parientes de los cautivos irrumpieron en una reunión de un comité parlamentario exigiendo un acuerdo para la liberación de sus seres queridos.
Israel lanzó su ofensiva contra Hamas tras la incursión del grupo insurgente en el sur del país el 7 de octubre, en el que murieron más de 1.200 personas, en su mayoría civiles, y alrededor de 250 más fueron tomadas como rehenes. Más de 100 quedaron libres en noviembre durante un alto el fuego de una semana en un canje por 240 palestinos presos en Israel.
La campaña israelí ha causado destrucción generalizada, desplazó a alrededor del 85% de los 2,3 millones de habitantes en Gaza y se ha cobrado la vida de más de 25.000 palestinos, según funcionarios de salud en el territorio gobernado por Hamás. Naciones Unidas y las agencias intencionales afirman que los combates han propiciado un desastre humanitario y que un cuarto de la población pasa hambre.
(AP)