Rusia se prepara para celebrar este año sus elecciones presidenciales y, aunque ya se descarta cualquier escenario que no dé por ganador a Vladimir Putin, el Kremlin igualmente lanza sus maniobras de censura para silenciar a las voces disidentes.
Este jueves, la Comisión Electoral (CEC) informó que los principales candidatos opositores no podrán realizar campaña en televisión de forma gratuita, como sí lo hará Putin.
La medida no se aplicaba desde 2009 y sostiene que los partidos y candidatos que hayan obtenido menos del 2% de los votos en un proceso electoral anterior carecen del derecho a aparecer sin cargo en la televisión, explicó la jefa de la CEC, Natalia Budarina, al hacer el anuncio. De esta manera, los aspirantes sólo podrán aparecer en antena si pagan por ello.
Entre los principales afectados por la decisión están Boris Nadezhdin, quien sacó sólo un 1.68% de los apoyos en los comicios anteriores; Sergei Baburin, que cosechó el 0.65 por ciento y el comunista Sergei Malinkovich, cuyo partido tampoco llegó al 1% en 2018.
Nedezhdin, un ferviente opositor a la guerra en Ucrania, apuntó contra la decisión y el mandato en general de Putin en el Kremlin y sostuvo que “Rusia necesita el futuro de un país al que la gente libre y educada mire y al que quieran volver. Hay miles de personas que ven esto de la misma forma pero el problema es que no están representados para nada”.
La medida aún no entró en vigencia sino que lo hará de forma inmediata cuando finalice el plazo para registrar las candidaturas de los aspirantes al Kremlin. Asimismo, el calendario electoral ruso contempla el inicio formal de la campaña el 17 de febrero, con una extensión hasta la medianoche del 15 de marzo. Durante todo este tiempo, quienes sobrepasen el mínimo de apoyo establecido por la norma podrán aparecer sin costo en cinco canales de televisión y en más de una decena de publicaciones.
Previo a esto, a finales de diciembre, Putin ya había avanzado sobre otra fuerte rival, al bloquear su candidatura. El pasado 23, la Comisión Electoral descartó por unanimidad la postulación de la periodista y ex concejala municipal Yekaterina Duntsova, una de las voces que más importantes en la militancia por la democracia y el fin de la ofenisva en Ucrania.
Entonces, el organismo alegó “errores en los documentos” presentados por la política a la hora de registrar su candidatura y dio por sentada la victoria de Putin en marzo. “Es usted una mujer joven y tiene toda la vida por delante”, le dijo la presidente de la Comisión, Ella Pamfilova.
Sin embargo, lo cierto es que Duntsova era, seguramente, la opositora más fuerte que podría haber amenazado la victoria de Putin, ya que contaba con el respaldo de 521 asistentes a un congreso independiente celebrado en Moscú con poco más de 700 personas.
“Quiero que Rusia sea un Estado democrático, floreciente y pacífico”, había declarado al anunciar su candidatura la periodista.
Por su parte, el propio Putin tendría ya una popularidad del 78.8% a dos meses de los comicios, según una encuesta realizada por el oficialista Centro de Estudio de la Opinión Pública (Vtsiom), aunque estos datos son vistos con desconfianza dado que en el país no es posible realizar abierta e independientemente este tipo de sondeos.
(Con información de EFE y Europa Press)