Ucrania considera que el Ejército ruso sigue perdiendo personal y equipamiento militar de forma masiva en sus intentos de ganar más territorio en el este y el sur del territorio ucraniano, donde volvió a sufrir este lunes más de mil bajas y la destrucción de 24 carros de combate, según el balance de hoy del Estado Mayor.
Rusia también ha perdido durante las últimas 24 horas 36 vehículos blindados y 30 sistemas de artillería, así como un avión de reconocimiento capaz de detectar objetivos a una distancia de 600 kilómetros y un bombardero que operaba como puesto aéreo de control para la aviación rusa.
Según el portavoz de la Fuerza Aérea ucraniana, Yuri Ignat, es “probablemente la primera vez” que Rusia pierde un avión de reconocimiento A-50 como el que el Ejército ucraniano derribó este lunes sobre el Mar de Azov, un mar interior situado al sureste de Ucrania cuyas costas están controladas por completo por Rusia.
Ignat reconoció que “Rusia aún tiene operativos varios aviones radar de detección a larga distancia”, pero previó que la Fuerza Aérea rusa actúe a partir de ahora con más cautela para evitar nuevas pérdidas como las sufridas este lunes sobre el Mar de Azov.
Rusia recuperó en el mes de otoño (boreal) la iniciativa en casi todo el frente, sin que de momento esté consiguiendo avances significativos pese a sufrir un gran número de pérdidas en sus intentos por ganar más terreno.
Ucrania pide más respaldo de Occidente
Ucrania sigue insistiendo en un mayor respaldo por parte de Occidente y dijo que desea que más naciones aliadas sigan la iniciativa del Reino Unido y firmen acuerdos de cooperación similares.
“Reino Unido garantiza a Ucrania inversiones militares y financieras directas, fija jurídicamente los suministros de ayuda militar dirigida a las producciones militares y la estabilización de la situación financiera”, declaró el asesor de la oficina presidencial, Mikhail Podoliak, luego de que, la víspera, el primer ministro británico anunciara “un acuerdo de seguridad sin precedentes” que prevé asistencia rápida a Kiev en caso de que Rusia vuelva a atacarla, una vez finalizada esta guerra.
“Gracias a la fuerza de nuestro pueblo, los líderes mundiales se fijan en Ucrania y quieren verla como su socio, como su aliado. Todos debemos ser dignos del potencial que tiene Ucrania”, sumó Podoliak a la vez que insistió en que espera que otros países de Occidente firmen “similares acuerdos bilaterales precisos, se sumen a la declaración formal sobre las garantías para Ucrania aprobada durante la cumbre de la OTAN de julio” pasado.
En ese sentido, destacó también el rol de Estados Unidos con quien, en 2023, alcanzó “un récord en el desarrollo de las relaciones”. “Estamos decididos a seguir apoyando esta dinámica, que ayuda significativamente a Ucrania a luchar contra el agresor”, continuó, incluso a pesar de que, de momento, los envíos de asistencia militar de Washington se han detenido por completo dado que el Congreso no logra resolver sus diferencias y dar luz verde al nuevo presupuesto para el período fiscal ya en curso.
A la par, el comandante de las fuerzas terrestres del Ejército ucraniano, Oleksandr Sirski, sumó sus propios pedidos a la comunidad internacional, que se centraron, principalmente, en el envío de aviones que permitan contrarrestar las ofensivas enemigas.
Una de las piezas más solicitadas es el A-10 Thunderbolt -de la década de los setenta- que si bien “no es una aeronave nueva, es fiable, ha demostrado su capacidad en muchas guerras y cuenta con un amplio arsenal para eliminar objetos terrestres y ayudar a la infantería”. A ella se suman los helicópteros de asalto AH-64 Apache, AH-1 Super Cobra y UH-60 Black Hawk, que “podrían jugar un papel importante”.
(Con información de EFE)