A 100 días del brutal ataque de Hamas a Israel, la suerte de la familia Bibas tiene en vilo al mundo. Su historia se transformó en un símbolo de la barbarie terrorista, ya que Kfir es el rehén de menor edad secuestrado: el pequeño argentino israelí cumplirá el próximo 18 de enero su primer año de vida, y todo parece indicar que los cumplirá en cuativerio.
Los Bibas fueron secuestrados el 7 de octubre pasado durante el sanguinario ataque de Hamas. Los terroristas los sorprendieron en su casa del kibutz Nir Oz, una comunidad ubicada al sur de Israel y a menos de tres kilómetros de la Franja de Gaza, con una población de 350 personas, levantada a mediados del siglo pasado como un territorio dedicado a la agricultura y con mucha participación de inmigrantes sudamericanos.
El video en el que se ve cómo se llevan al bebé Kfir, a su hermano Ariel de 4 años y a sus madre, Shiri, dio vuelta al planeta.
En las imágenes se ve a la mujer con los niños pelirrojos en brazos y con rostro de desesperación. Terroristas armados y encapuchados rodean a la familia Bibas y de golpe la cámara baja abruptamente y se corta.
Durante la incursión de Hamas al kibutz también fue secuestrado el padre de los niños, Yarden, y fueron asesinados los padres de Shiri, José Luis Silberman, argentino, y Marguit Schneider, peruana.
El pequeño Kfir, su hermano Ariel y su madre Shiri cumplían los requisitos para ser liberados en el acuerdo alcanzado por Israel y Hamas con mediación de Qatar en noviembre pasado. Sin embargo ninguno de ellos fue entregado.
Según trascendió, podrían estar en manos de otros grupos terroristas en Gaza y no bajo control de Hamas, lo que dificulta aún más la negociación para su liberación. Y cada día que pasa aumenta la incertidumbre por su suerte.
A 100 días del horror
Kfir Bibas es una de los 129 rehenes que continúan secuestrados en Gaza hace 100 días, desde el 7 de octubre de 2023, cuando cientos de terroristas de Hamas atacaron Israel en una operación coordinada y simultánea que incluyó ataques aéreos y la infiltración de cientos de terroristas al sur de Israel desde la Franja de Gaza.
Además de llevarse cientos de rehenes, asesinaron a 1.200 personas en un raid sanguinario: incendiaron casas con gente adentro, ejecutaron familias enteras, decapitaron y calcinaron bebés, mutilaron y violaron sitemáticamente a sus víctimas.
Ese día, los terroristas de Hamas desfilaron con cuerpos de civiles y soldados por las calles de Gaza.
Las principales víctimas fueron las poblaciones de los kibbutzim, como los Bibas, y los cientos de jóvenes que asistían a un festival de música por la paz, el Supernova, cerca del límite con la Franja.
Tras el ataque, se desató la guerra en Gaza. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) realizaron primero bombardeos aéreos y luego lanzaron una operación terrestre en el norte de la Franja. Reiteradamente y por varias vías, las FDI pidieron la evacuación de los civiles pero el grupo terrorista utiliza escuelas, hospitales y residencias como base de operaciones. Hamas se esconde históricamente entre la población civil.
Tras la mediación de Qatar, con la colaboración de los los Estados Unidos, Israel y Hamas acordaron el intercambio de rehenes por presos palestinos acusados y/o condenados por delitos de terrorismo.
La tregua comenzó el 24 de noviembre pasado y duró siete días en los que Hamas liberó a 113 rehenes, entre mujeres y niños israelíes, y secuestrados extranjeros. A cambio Israel entregó a decenas de presos palestinos y permitió la entrada adicional de ayuda humanitaria a la Franja.
Tras 7 días de alto al fuego, el 1 de diciembre, Hamas violó la tregua. Lanzó cohetes desde la Franja de Gaza y no entregó otro listado de posibles liberados. Todavía hay 129 rehenes en Gaza, entre ellos el bebé argentino israelí y su familia.
Tras el fin del alto al fuego, Israel reanudó las operaciones y amplió su campaña terrestre al sur de la Franja, donde se libran batallas casa por casa. El objetivo es terminar con el grupo terrorista Hamas, abatir a sus líderes, destruir la inmensa red de túneles subterráneos construida en la Franja que permite a los terroristas ocultarse, almacenar armamento y esconder rehenes, y liberar a todos los rehenes.